LA NUEVA LEY DE TELECOMUNICACIONES DE MÉXICO: ¿LEY CENSURA O REFORMA NECESARIA?
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 30 de junio de 2025
El pasado sábado 28 de junio, el Senado de México aprobó la Nueva Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión con 77 votos a favor y 30 en contra, respaldada por Morena, PT, PVEM y Movimiento Ciudadano, y con oposición de PRI y PAN. La ley, enviada a la Cámara de Diputados para su revisión final, buscará conectar a 15 millones de mexicanos sin acceso a internet, fortalecer la infraestructura digital y garantizar derechos de usuarios, como el uso de dispositivos desbloqueados y la recarga de saldo en cualquier establecimiento. También transfiere las funciones del extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) y crea la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT) para moderar su autoridad, con cinco comisionados propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado.
Sin embargo, la ley ha sido etiquetada como “Ley Censura” por críticos debido a preocupaciones iniciales sobre el artículo 109, que permitía a la ATDT bloquear plataformas digitales sin orden judicial, lo que generó temores de restricciones a la libertad de expresión. Tras protestas y señalamientos de organizaciones como R3D y Artículo 19, este artículo fue eliminado, y la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que no se busca censurar. No obstante, el artículo 161, que permite a autoridades de seguridad bloquear señales de telecomunicaciones, sigue siendo criticado por su ambigüedad, ya que podría facilitar “apagones de internet”. Además, el registro obligatorio de usuarios móviles ha renovado preocupaciones sobre la privacidad, evocando el fallido Padrón Nacional de Usuarios de 2021.
Entre los aspectos positivos, la ley fortalece las radios comunitarias e indígenas, permitiéndoles acceder al espectro radioeléctrico, vender publicidad y recibir financiamiento público. También prohíbe la propaganda extranjera discriminatoria, como los anuncios antiinmigrantes de EE.UU., y reafirma la neutralidad de la red como principio constitucional. Sin embargo, la concentración de facultades en la ATDT, dependiente del Ejecutivo, y la falta de claridad en ciertos artículos alimentan el escepticismo sobre posibles abusos de poder.
En conclusión, aunque la eliminación del artículo 109 y la creación de la CRT son pasos hacia un equilibrio regulatorio, la Nueva Ley de Telecomunicaciones no está exenta de riesgos. Su enfoque en conectar comunidades marginadas y promover la soberanía comunicativa es loable, pero la ambigüedad en disposiciones como el artículo 161 y el registro de usuarios requiere vigilancia. Llamarla “Ley Censura” puede ser una simplificación, pero refleja preocupaciones legítimas que demandan un escrutinio continuo para proteger la libertad de expresión y la privacidad en México.