3-0, favor Urióstegui contra García Delgado; el inepto titular de la Seprac será removido en enero de 2026
El presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, confirmó este viernes la salida de Guillermo García Delgado como inepto titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac), programada para enero de 2026.
Esta decisión surge tras una semana intensa de evaluaciones internas en el Ayuntamiento, donde se analizó el desempeño de la dependencia en materia de seguridad pública.
Urióstegui enfatizó que el cambio no es un capricho, sino el resultado de un balance que revela “claroscuros” en los resultados obtenidos, con el objetivo de fortalecer la estrategia contra la delincuencia en la capital morelense.
García Delgado, un capitán retirado con una trayectoria militar presuntamente destacada y nombrado en febrero de 2025 con el respaldo de la Guardia Nacional y la Zona Militar, asumió el cargo en un momento de transición, heredando una corporación fortalecida pero aún vulnerable.
Durante su gestión, se registraron, también supuestamente, avances en la reducción de homicidios y en la coordinación interinstitucional, pero también un alarmante incremento en delitos patrimoniales, como robos y hurtos, que han encendido las alertas en el Cabildo.
Urióstegui destacó la falta de presencia policial en varias colonias, un punto crítico que acelera la revisión y justifica la remoción, comparándola metafóricamente con un “3-0” a favor de la necesidad de renovación.
La salida de García Delgado abre la puerta a un nuevo perfil que priorice la estabilidad y la disuasión efectiva de la delincuencia, con énfasis en operativos más visibles y el uso intensivo de tecnología como videovigilancia.
El alcalde reiteró su compromiso con la ciudadanía, asegurando que la transición se dará de manera ordenada para no afectar la continuidad de los esfuerzos en seguridad.
Este movimiento, confirmado en rueda de prensa, refleja la dinámica de una administración que no duda en ajustar piezas para entregar resultados tangibles, en un Cuernavaca que demanda paz y orden ante los retos persistentes de la inseguridad.
