HUITZILAC: TIERRA SIN LEY
Para colmo de males, el dominio de la comunidad por determinados grupos a través de las armas siempre ha estado ligado a hechos criminales como el tráfico de drogas, el desmantelamiento de automóviles robados y el secuestro. El tema siempre es abordado con temor y sin datos precisos, pero es un secreto a voces. Hay familias enteras que encubren dichas operaciones ilegales. Así, no es difícil entender la inseguridad prevaleciente en la carretera federal Huitzilac-Zempoala-Estado de México, muchas veces referida en las alertas de viaje de Estados Unidos.
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 14 de julio de 2023
Hace unos días, colegas nuestros entrevistaron al presidente municipal de Huitzilac, Rafael Vargas Muñoz, a quien hicieron enojar con sus insistentes preguntas respecto a la alta criminalidad prevaleciente en dicha localidad y zonas aledañas. Desde luego, el edil rechazó que los grupos criminales hayan sentado sus reales en Huitzilac, lo cual dista de la realidad, quiérase o no aceptar y pésele a quien le pese, incluido el señor Vargas Muñoz, un joven internacionalmente desconocido.
Para corroborar que el crimen organizado está todavía arraigado en Huitzilac, aunque se enoje el alcalde Vargas Muñoz, el titular de la Fiscalía de Morelos, Uriel Carmona Gándara, declaró este jueves que fue descubierta una red de complicidades entre policías de Huitzilac y agentes de Cuernavaca. Lo anterior sucedió derivado de un cateo de la propia Fiscalía en el norteño municipio, mediante el cual se localizaron casi treinta vehículos con reporte de robo. Tocará el turno a la institución dirigida por Carmona Gándara ahondar en las investigaciones, tope lo que tope y caiga quien caiga, pues algo muy grave está sucediendo en la multicitada municipalidad ubicada al norte de Cuernavaca.
Sin embargo, es importante recordar que la problemática de Huitzilac, vinculada a actividades ilegales, no es nueva. Llevamos décadas documentando la existencia de grupos relacionados con la delincuencia organizada y común. Chequen ustedes este precedente.
En enero de 2002, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) declaró como “zona ingobernable” al municipio morelense de Huitzilac. ¿Por qué? Le explico. La problemática general de Huitzilac siempre se ha vinculado a la polarización entre grupos y la explotación indiscriminada de las dos principales actividades económicas: la tala de bosques y la extracción de tierra de monte, ambas ilegales. A pesar de la presunta “regulación” de las autoridades federales y las constantes advertencias de la Fiscalía General de la República (PGR), sigue implacable el corte clandestino de árboles.
Lo anterior causó un grave daño al corredor ecológico Ajusco-Chichinautzin, decretado como área nacional protegida el 30 de noviembre de 1988, consistente en modificación del entorno por desecación, deforestación, construcción de caminos, crecimiento poblacional, erosión, abatimiento de manantiales, extracción ilegal de flora, fauna silvestre y tierra; caza furtiva, ganaderización, incendios provocados, cambios de uso del suelo, presión en el uso del mismo por los elevados precios derivados de las actividades de bienes raíces, etcétera.
Es importante señalar la tercera actividad económica, también ilegal, y que provoca conflictos agrarios y políticos: el tráfico con predios comunales en un contexto social cuya mayoría son comuneros. Este problema empezó en 1954. Legalmente están reconocidos 8 fraccionamientos, pero en total existen casi 40, todos irregulares. De la venta de predios comunales se han derivado infinidad de enfrentamientos por el control de la Representación de Bienes Comunales, cuyos últimos presidentes también han usufructuado la tala clandestina, la extracción de tierra y la expedición de documentos sobre terrenos. El tráfico de constancias de posesión y demás documentos apócrifos es constante.
Para colmo de males, el dominio de la comunidad por determinados grupos a través de las armas siempre ha estado ligado a hechos criminales como el tráfico de drogas, el desmantelamiento de automóviles robados y el secuestro. El tema siempre es abordado con temor y sin datos precisos, pero es un secreto a voces. Hay familias enteras que encubren dichas operaciones ilegales. Así, no es difícil entender la inseguridad prevaleciente en la carretera federal Huitzilac-Zempoala-Estado de México, muchas veces referida en las alertas de viaje de Estados Unidos.
Toda la problemática descrita en los párrafos anteriores, a juzgar por lo ocurrido recientemente, sigue implacable.