AÑEJOS CONFLICTOS DEL MERCADO ALM
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 24 de abril de 2024
Durante décadas he escrito centenares de cuartillas advirtiendo la transformación del mercado Adolfo López Mateos de Cuernavaca en una zona franca donde algunos grupúsculos de comerciantes (deshonestos o vividores) convirtieron los espacios públicos en puntos controlados mediante el autogobierno, a veces concesionados a la delincuencia organizada y común.
El 5 de junio de 2013, alrededor de las 21:15 horas, dentro de un local ubicado frente a la sección de flores, se desató una balacera con saldo de cuatro personas asesinadas cuando, por alguna razón u otra, se encontraban dentro de un espacio comercial dedicado entonces a la operación de máquinas traga monedas y la venta clandestina de bebidas embriagantes, ello solapado por servidores públicos corruptos del Ayuntamiento cuernavacense. Aquello me recordó lo que hace muchos años me comentó un personaje de sobra conocido en el ALM: “Aquí encuentras de todo, desde un alfiler hasta un automóvil BMW y lo que tú decidas y mandes”. Más entendible: puntos importantes del mercado se convirtieron en territorios controlados, inclusive, por grupos delictivos, amén de la eterna presencia de funcionarios municipales corruptos.
Por aquella época, el regidor de Desarrollo Agropecuario de la comuna capitalina, Carlos Alfredo Alanís Romero, me envió un texto subrayando que desde el 21 de enero de 2013 fue advertido sobre la venta ilegal de alcohol en algunos locales. Ese día recibió un escrito firmado por quienes mejor conocen la problemática de la enorme central de abasto: los comerciantes afectados. De inmediato se lo comunicó a los funcionarios encargados de los mercados municipales en la Secretaría de Desarrollo Económico, a cargo entonces de Eduardo Salazar. No se procedió a clausurarlos, sino a enviarles (a sus dueños) simples apercibimientos y las consabidas amenazas de clausura en caso de no acatar la reglamentación municipal.
Al menos en los espacios donde ocurrieron la balacera sus dueños o arrendatarios se pasaron por el “Arco del Triunfo” tales documentos. El multihomicidio los delataba.
Para comprender un poco más la problemática del ALM daré algunos datos. El 80 por ciento del presupuesto destinado a su operación lo absorbe el pago de nóminas. El 20 por ciento restante sirve para maldita la cosa en cuanto al mantenimiento se refiere. De ahí parte el reclamo constante de los fenicios para que las autoridades municipales establezcan programas de rescate a fin de mejorar la infraestructura e imagen. Asimismo, son reiteradas las acusaciones de corruptelas entre los administradores del “Adolfo López Mateos” y líderes de comerciantes, perniciosa alianza que durante muchos años ha generado la remoción de administradores y directores de mercados, así como la aplicación de auditorías especiales, mientras los funcionarios señalados por corruptos siempre dijeron que se habían trastocado los intereses de los dirigentes que lucran con algunos servicios de esa central de abasto.
Según datos oficiales, el ALM tiene aproximadamente tres mil 400 comerciantes empadronados, lo cual se aparta por completo de la realidad. Cuenta con siete baños (fuente de disputa de ingresos perversos), de los cuales uno se ubica en la sección de flores. Asimismo, hay seis estacionamientos; en cuatro de ellos el Ayuntamiento recauda las cuotas, pero no en los restantes. El de “las flores” también es operado por gente afín a ciertos comerciantes y siempre está lleno de vehículos de su unión y no por los de posibles clientes. El estacionamiento de las fondas es presuntamente manejado en el día por Emilio Rosas Rico. Se usa para las maniobras de introductores y cobran la descarga de frutas y legumbres de los camiones hasta las 9 de la mañana.
Lo recaudado por el funcionamiento de baños y estacionamientos ascendió a varios millones de pesos durante anteriores administraciones. La línea eléctrica, a la cual están conectados miles de “diablitos”, cuesta al Ayuntamiento alrededor de 800 mil pesos mensuales. Unos 100 trabajadores municipales, que no resuelven la totalidad de la problemática latente, propicia gastos anuales de 10 millones de pesos. La instalación hidráulica data de hace 45 años. El mercado genera casi 4 millones de pesos al año por ingresos propios, pero siempre presenta un déficit financiero en su operación. Etcétera.
El actual presidente municipal (con licencia), José Luis Urióstegui Salgado, no ha podido resolver los graves conflictos del multicitado centro de abasto, el más grande de Morelos. Él anda en campaña, pero confió en Sara Bello Olmedo la administración del mercado. La dama consiguió hace varios días el alineamiento de comerciantes en la zona de las bodegas de frutas. Recuperó gran parte de la vía pública invadida a diario por los bodegueros. Y esta semana comenzó a hacer lo propio en la zona conocida como el Tianguis Circo, en la parte alta del mercado.
El operativo correspondiente a ayer martes coincidió con la visita que hicieron al ALM las candidatas de Morena a la gubernatura y la alcaldía de Cuernavaca, Margarita González Saravia y Alejandra Flores Espinoza, respectivamente, quienes prometieron atender, una vez encumbradas en sus respectivos cargos (si triunfan en los comicios del 2 de junio próximo), la añeja problemática del mercado. Les decimos: que así sea, por el bien de la ciudad, pues hoy por hoy, tanto el ALM, como la colonia Patios de la Estación, representan el prototipo de la anarquía y los sempiternos agravios sociales citadinos.