LA REALIDAD ES UNA PESADILLA
¡Entre semana!
09 julio 2024
Eduardo Ángel Cinta Flores
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Decía el historiador Timothy Snyder: el ciudadano que se agacha, el crítico que se calla, el periodista que cierra los ojos, el opositor que se acomoda, enseña al poder que puede hacer lo que se le dé su regalada gana.
Políticos de todas las franquicias, Alito del PRI, Marko del PAN, Dante Delgado de MC. Anaya del PT o la verdecita Karen Castrejón son tristes ejemplos de la corrupta imaginación electoral, los empresarios doblegados ¿en dónde quedó el super Claudio X?, medios acosados, comunicadores reprimidos, instituciones rebasadas, partidos que se adaptan velozmente al nuevo régimen. A su debilidad, a su oportunismo, a su ambición la llaman “realismo”. El reconocer la realidad es tristemente determinación de someterse al nuevo poder.
Eso mismo vivimos hace treinta años, la carroña era poca y muchas las hambrientas hienas. Así como siempre los gloriosos militantes que se rasgan las vestimentas en defensa de su miserable partido, hoy proyectan su escarnio a seis años cuando inicien otra cruenta lucha por el poder con una decepcionante oposición que no permitió la homogeneidad política en bien del país.
Hoy esperemos que de manera ejemplar las cosas sean mejor, por lo mientras contemplaremos el paseo de la presidenta electa que le hace el presiente saliente y que las recomendaciones que le haga, no rebasen el alcance de sus aceptaciones, mucho es lo que tiene que hacer por el país y por los mexicanos.
Aquí entre nos, Morelos es un estado de los más pequeños del país, quizá el más jodido, el más exprimido, el más olvidado, el más engañado, ahí está el puente Apatlaco, bien llamado “El Puente sin Fin”, en el que en enero de 2023 Andrés Manuel López Obrador montado en él, prometió que a finales de ese año vendría a inaugurarlo y ¡naaaada!
¿Valía la pena el engaño, sostener la burla con la inauguración de un puente de 200 metros inacabables? y en ese acto decir que se iba a detonar el aeropuerto “internacional” Mariano Matamoros para que, de misma forma la economía morelense se fuera al infinito y más allá.
Simpatizo con la iniciativa que la futura gobernadora, hace de aprovechar el aeródromo morelense, pero hay trabas que primero debe salvar.
Las líneas aéreas, a menos que sea la subsidiada Mexicana de Aviación la que apoye su idea, deben evaluar la conveniencia del mercado para disponer vuelos en Tetlama. En este sentido, nuestro estado realmente debe abatir a la inseguridad, debe dejar de estar inmerso en la suciedad, debe borrar su grafitada imagen, no solo tapar los baches, pavimentar las calles, con tecnología de punta semaforizarlo, dejar la oscuridad, junto con los Ayuntamientos normar al comercio ambulante, dejar fingimientos económicos que solucionan todo y no mejoran ¡nada!
Estas son algunas de las calamidades que la gobernadora electa tendrá que enfrentar para dar algo de confort a los posibles turistas que se arriesguen a venir a lo que hace 60 años se llegó a llamar “El balneario de México”, presumiendo a Chapultepec, Palo Bolero, Las Estacas, Tehuixtla, Agua Hedionda, Oaxtepec, entre muchos.
Los vuelos que antes se hacían desde Cuernavaca tenían destinos hacia el norte, Tijuana, La Paz, Mazatlán, Monterrey, eran porteadores de migrantes, pero a Veracruz, a Matamoros, a Mérida o a Tuxtla, ninguno, ¡claro! si no podíamos y menos podemos ahora ofertar sitios turísticos, Tepoztlán esta convertida en una cantinucha callejera. En Morelos no hay industria novedosa que permita el turismo de negocios, los chinos, que, si saben hacer mercado, lo hacen en sucursales que establecieron y establecen poco a poco en todo el estado, los mañosos acabaron con las escuelas de Intercambio y de español para extranjeros no tendremos nunca más turismo de estudiantes. Extrañamos a las gringuitas.
Con orgullo podemos decir que en nuestra entidad existen buenas universidades y mejores escuelas de medicina. Hacemos buenos profesionistas, excelentes Médicas y Médicos para satisfacer los nosocomios de otros estados, muy lejano está el día que Hospital Los Ángeles haga millonaria inversión, estilo Dinamarca, en el raquítico y endémico Estado de Morelos. No somos opción para turismo medicinal.
Creo que una acción de tal envergadura debe de amalgamar a todos los interesados, los empresarios están puestos y dispuestos para hacer lo que les corresponda, los municipios deben ser obligados a cumplir con su misión, solo basta correr a los mañosos no ponerse de acuerdo con ellos.
Gobernadora, soñar no cuesta nada, es bonito, es agradable, pero cuando la realidad la despierte será una amarga pesadilla.
Decía Perogrullo, para hacer guisado de liebre hay que tener primero, la liebre.
Amigos como siempre les dejo un saludo ¡con mucho afecto!