La Organización Mundial de la Salud ha declarado los nuevos brotes de viruela símica como emergencia internacional de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado los brotes de viruela símica (mpox) en la República Democrática del Congo y otras partes de África como una emergencia global de salud, con casos confirmados en niños y adultos en más de una docena de países y la propagación de una nueva forma del virus. Existen pocas dosis de la vacuna disponibles en el continente.
A principios de esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África anunciaron que los brotes de viruela símica constituían una emergencia de salud pública, con más de 500 muertes, e hizo un llamado a la ayuda internacional para contribuir a detener la propagación del virus.
“Esto es algo que debería preocuparnos a todos… La posibilidad de una mayor propagación en África y más allá es muy preocupante”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Hoy se ha reunido el comité de emergencia y me ha comunicado que, en su opinión, la situación constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado este consejo”, declaró en rueda de prensa el jefe de la OMS.
Según los últimos datos actualizados por los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades, se han reportado 14.250 infecciones y 456 muertes en lo que llevamos de 2024. Estas cifras suponen un incremento del 160% de contagio con respecto al año pasado y un golpe de realidad por la falta de tratamientos y vacunas en todo el continente.
El brote se encontraba focalizado en la República Democrática del Congo, pero la cepa ha traspasado las fronteras y se encuentra en diez países más. Por primera vez, Burundi, Ruanda, Kenia y la República Centroafricana han reportado casos en una misma semana, lo que está provocando cierto recelo en la afluencia turística a estos países.
Según un estudio de la revista Science, esta nueva variante es más letal que la que causó la epidemia de 2022, año en el que el virus saltó al continente europeo. Sin embargo, las vacunas lograron mantener bajo control al virus en Europa (solo 260 casos en este año), a diferencia de en África, que no dispone de estos tratamientos.