¿ES MORENA UN PARTIDO HEGEMÓNICO?
LA CRÓNICA DE MORELOS
Martes 24 de septiembre de 2024
Los mexicanos habremos de constatar cómo le harán los nuevos dirigentes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para evitar su conversión en un partido de estado, como actualmente lo es, según exhibe su cercanía con el régimen todavía encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Hoy por hoy, Morena es un partido hegemónico, quiérase o no aceptar y pésele a quien le pese.
Es demasiado prematuro vaticinar el tipo de relación que habrá entre Morena y la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aunque hace unos días ella externó la necesidad de que el instituto político evite convertirse en un partido de estado. Con relación a buscar cierta separación de Morena con la que será su administración, Sheinbaum solicitó licencia para sustraerse temporalmente de su militancia, pues, según dijo, ya no es una militante morenista, sino la estadista que se situará al frente del Poder Ejecutivo Federal a partir del próximo martes 1 de octubre.
Como no sabemos si la dama cumplirá o no lo anterior y si los nuevos dirigentes de Morena acatarán la misión de evitar la conversión del partido en uno de estado, hoy sí podemos inferir que, como ya se indicó líneas atrás, se trata de un partido hegemónico. Y es aquí donde cabe el análisis sobre lo que es un partido hegemónico, a la manera de Morena.
Los partidos hegemónicos son aquellos que dominan el sistema político de un país de manera casi total, estableciendo un control extendido sobre el gobierno, las instituciones y, en muchos casos, la sociedad en general. En un sistema de partido hegemónico, aunque puedan existir otros partidos políticos, uno de ellos se mantiene en el poder por largos periodos de tiempo, a menudo debido a una combinación de factores como:
- Control institucional: El partido en el poder controla las instituciones clave, como el sistema electoral, el poder judicial y los medios de comunicación. Ni duda cabe: la experiencia política reciente indica con absoluta claridad que Morena, es decir AMLO y Claudia Sheinbaum, ya ejercen el control pleno en dos de tres poderes mexicanos, el INE, el Tribunal Electoral, lo hará pronto con el Poder Judicial y solo falta que de un momento a otro salte la iniciativa para radicalizar el control de los medios de comunicación con estrictas regulaciones sobre las concesiones, así como el control de las redes sociales.
- Falta de competencia real: Aunque en teoría hay elecciones, la competencia está limitada. La oposición puede existir, pero carece de los recursos o de las oportunidades para competir de manera justa.
- Legitimación y cooptación: El partido hegemónico busca legitimarse mediante políticas públicas que mantengan el apoyo popular, mientras cooptan a líderes de la oposición o los sectores críticos.
- Duración en el poder: Este tipo de partidos suelen mantenerse en el poder durante décadas, lo que a menudo da la impresión de un sistema autoritario disfrazado de democracia.
Ejemplos históricos y contemporáneos de partidos hegemónicos:
Partido Revolucionario Institucional (PRI) – México
El PRI gobernó México por más de 70 años, desde 1929 hasta el año 2000, en lo que se conoce como el “régimen priista”. Aunque había elecciones regulares y otros partidos podían participar, el PRI mantenía un control casi absoluto sobre el poder.
Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) – URSS
Durante toda la existencia de la Unión Soviética (1922-1991), el PCUS fue el único partido con poder real. Aunque existían otros partidos aliados, todos estaban subordinados al control del PCUS.
Partido Comunista de China (PCCh) – China
Desde 1949 hasta la actualidad, el Partido Comunista ha gobernado China bajo un sistema de partido único, sin competencia electoral significativa. Aunque hay partidos aliados oficialmente reconocidos, todos operan bajo la supervisión del PCCh.
Congreso Nacional Africano (ANC) – Sudáfrica
Desde el fin del apartheid en 1994, el ANC ha sido el partido dominante en Sudáfrica. Aunque hay elecciones multipartidistas, el ANC ha mantenido una mayoría significativa en todas las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Partido del Trabajo – Corea del Norte
En Corea del Norte, el Partido del Trabajo ha gobernado desde la fundación del país en 1948. Es un estado unipartidista de facto, donde no existe competencia política real.
Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) – Turquía
Aunque Turquía es formalmente una democracia, el AKP, liderado por Recep Tayyip Erdoğan, ha dominado la política turca desde 2002. A lo largo de los años, el AKP ha concentrado el poder en la figura de Erdoğan, limitando la competencia y controlando muchas de las instituciones clave del país.
Partido de Acción Popular (PAP) – Singapur
El PAP ha dominado el sistema político de Singapur desde 1959. Aunque el país tiene un sistema electoral multipartidista, el PAP ha mantenido el control del gobierno debido a la gran popularidad y la organización política del partido.
Otros casos notables:
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) – Nicaragua
Aunque hubo alternancia de poder en algunos periodos, el FSLN ha tenido una influencia dominante en la política nicaragüense, especialmente con el regreso de Daniel Ortega al poder en 2007.
Movimiento Al Socialismo (MAS) – Bolivia
Desde la llegada al poder de Evo Morales en 2006, el MAS ha sido el partido dominante en Bolivia, aunque ha enfrentado oposición significativa en las urnas y protestas sociales.
En muchos de estos casos, la hegemonía se mantiene a través de una combinación de control de los medios de comunicación, manipulación del sistema electoral, represión de la oposición y una relación estrecha con las fuerzas armadas o instituciones clave. Estos factores permiten que un solo partido se mantenga en el poder por largos periodos de tiempo, sin llegar a convertirse formalmente en un sistema de partido único. Hacia allá va Morena.