El narco en Morelos, vinculado a la evolución del crimen organizado en todo México
LA CRÓNICA DE MORELOS
Miércoles 25 de septiembre de 2024
La historia del narcotráfico en el estado de Morelos, México, tiene raíces profundas y ha estado vinculada a la evolución del crimen organizado en el país. Aunque no ha sido tan prominente como en otros estados como Sinaloa o Michoacán, Morelos ha tenido un papel significativo en las dinámicas del narcotráfico debido a su ubicación estratégica cerca de la Ciudad de México y sus rutas hacia otras regiones.
Décadas de 1970 y 1980: Primeros rastros del narcotráfico
Durante las décadas de 1970 y 1980, el narcotráfico en México estaba dominado por grandes capos como Miguel Ángel Félix Gallardo, el “Jefe de Jefes”. En ese tiempo, Morelos no era un foco importante de la producción o tráfico de drogas, pero ya existían pequeños grupos involucrados en actividades ilícitas. La producción de marihuana y opio era mínima, y el estado servía más como una zona de paso hacia la Ciudad de México, el centro económico del país.
Décadas de 1990: Auge del Cartel de los Beltrán Leyva
En la década de 1990, el panorama cambió con la presencia de los hermanos Beltrán Leyva. Este cartel, en un principio asociado con el Cartel de Sinaloa, comenzó a establecer operaciones en Morelos, ya que su posición geográfica facilitaba el control de rutas de transporte hacia el centro y sur del país. Los Beltrán Leyva se expandieron rápidamente en el estado, consolidando el tráfico de drogas y diversificándose en actividades como la extorsión y el secuestro.
El asesinato de Arturo Beltrán Leyva, el “Jefe de Jefes”, en un operativo de la Marina en Cuernavaca el 16 de diciembre de 2009 marcó un punto de inflexión en la historia del narcotráfico en Morelos. Su muerte desencadenó una feroz lucha interna por el control del cartel, lo que trajo consigo un aumento de la violencia en el estado.
Década de 2000: Fragmentación y violencia
Con la caída del liderazgo de los Beltrán Leyva, surgieron una serie de grupos más pequeños y fragmentados, entre ellos el Cartel de Los Rojos y Guerreros Unidos, quienes luchaban por el control de las plazas de narcotráfico en el estado. Esta fragmentación incrementó los niveles de violencia en Morelos, y el crimen organizado comenzó a expandir su influencia en otras áreas como el secuestro, la extorsión, y la trata de personas.
Durante este tiempo, la zona de Cuernavaca se convirtió en un punto clave para estos grupos, debido a su proximidad a la Ciudad de México y la facilidad de mover drogas hacia el mercado más grande del país. Además, los vínculos entre autoridades locales y el crimen organizado se hicieron más notorios, lo que obstaculizó en varias ocasiones los esfuerzos de seguridad pública.
Década de 2010: Aparición de nuevos actores
En la última década, otros carteles como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) también comenzaron a disputar el control de Morelos. Este grupo criminal es conocido por su violencia extrema y su capacidad para infiltrarse en nuevas zonas. La presencia del CJNG en Morelos ha intensificado los enfrentamientos entre diferentes facciones del crimen organizado.
El estado ha enfrentado una crisis de seguridad relacionada con el narcotráfico, en la que se han visto afectadas tanto las áreas rurales como las urbanas. La violencia vinculada a la disputa entre estos grupos ha impactado severamente a la población civil, con un aumento de homicidios, desapariciones y otros crímenes.
Corrupción e impunidad
A lo largo de las décadas, el narcotráfico en Morelos ha estado marcado por la corrupción de autoridades locales y estatales. Varios funcionarios han sido señalados por su complicidad con el crimen organizado, lo que ha generado un ambiente de impunidad que ha permitido que el narcotráfico prospere en la región. Este vínculo entre narcotráfico y corrupción ha dificultado los esfuerzos para combatir la violencia y estabilizar el estado.
Retos actuales
Actualmente, Morelos sigue siendo un escenario complicado en la lucha contra el narcotráfico. Los esfuerzos del gobierno federal y estatal se han intensificado, pero la fragmentación de los carteles y la participación de otros grupos criminales en diversas actividades ilícitas hacen que la situación siga siendo volátil. El control territorial sigue en disputa, y la población continúa sufriendo las consecuencias de la violencia y la inseguridad. Autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad han reconocido la existencia de por lo menos 16 grupos dedicados a delitos de alto impacto. Escisiones de Guerreros Unidos, la Familia Michoacana, Los Rojos, Los Tlahuicas y Los Mayas se disputan el control de varios puntos en la región oriente de la entidad.
En resumen, la historia del narcotráfico en Morelos es un reflejo de la evolución del crimen organizado en México. A lo largo de los años, el estado ha sido testigo de la presencia de diferentes grupos criminales que han luchado por el control de rutas estratégicas y han dejado una estela de violencia y corrupción que continúa hasta nuestros días.