Los límites de la SSPC a cargo de Omar García Harfuch, frente a la creciente militarización de la seguridad pública
Omar García Harfuch enfrenta varios desafíos clave en su nuevo rol como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México bajo el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum.
Uno de sus principales retos será la coordinación interinstitucional entre las fuerzas federales, estatales y municipales, en particular, dado el creciente papel de la Guardia Nacional bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta situación limita la autonomía de su Secretaría, que tradicionalmente debería liderar la estrategia de seguridad del país. La militarización de la seguridad pública es un tema central en esta administración, lo que implica dificultades para mantener un perfil civil en la gestión de la seguridad, algo que es crítico para fortalecer las instituciones civiles y la prevención del delito en los niveles más locales.
Además, García Harfuch tiene el desafío de enfrentar la alta criminalidad en el país, que sigue siendo un problema serio. A pesar de algunas mejoras en las cifras de homicidios y delitos, los avances han sido limitados. Persisten altos niveles de violencia, extorsión y desapariciones, por lo que su capacidad para reducir estos índices será crucial. La falta de cambios significativos en el sistema de justicia y las policías locales durante los últimos años agrava la situación, haciendo que sea un reto aún más complejo.
Por último, deberá trabajar en la consolidación de estrategias de inteligencia y mejorar la coordinación entre las diferentes instancias de seguridad, al tiempo que enfrenta la presión del crimen organizado, tanto en niveles locales como transnacionales.
SEMBLANZA
Omar García Harfuch es un destacado funcionario de seguridad en México, conocido por su trayectoria en las fuerzas del orden y su enfoque en el combate al crimen organizado. Nació en Cuernavaca, Morelos, el 25 de febrero de 1982 y es hijo de Javier García Paniagua, quien fue jefe de la Policía Federal de Caminos y presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y la actriz María Sorté.
Formación y carrera
García Harfuch cuenta con una sólida preparación en temas de seguridad. Estudió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y posteriormente realizó estudios en diversas academias de seguridad internacionales, como la Policía Nacional de Colombia y la DEA en Estados Unidos.
Comenzó su carrera en la Policía Federal en 2008, donde se destacó en operaciones relacionadas con el combate al narcotráfico. Ocupó diversos cargos dentro de la Policía Federal, hasta que fue nombrado jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en 2016, parte de la Procuraduría General de la República (PGR), hoy la Fiscalía General de la República (FGR).
Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México
En 2019, fue nombrado secretario de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México por la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. Durante su mandato, García Harfuch implementó diversas estrategias para reducir la criminalidad, enfocándose principalmente en el combate a grupos de crimen organizado que operaban en la capital, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Unión Tepito. Bajo su liderazgo, la SSC alcanzó importantes logros en el desmantelamiento de células criminales y en la reducción de algunos delitos de alto impacto.
Atentado de 2020
El 26 de junio de 2020, Omar García Harfuch sufrió un atentado en la Ciudad de México, en el que resultó gravemente herido. El ataque fue atribuido al CJNG. A pesar de las heridas, sobrevivió y regresó a sus funciones poco tiempo después, lo que consolidó su imagen de resistencia y compromiso con la seguridad de la capital.
Perfil político
Tras su destacada gestión en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, su nombre ha sido vinculado a posibles aspiraciones políticas, como la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. García Harfuch ha logrado construir una reputación como un funcionario eficaz, pero también ha sido objeto de críticas, algunas relacionadas con la militarización de la seguridad pública y los límites de su enfoque punitivo en ciertas áreas de la ciudad.
Imagen pública
Es percibido como un funcionario de mano dura y con un fuerte compromiso hacia la lucha contra el crimen, y goza de popularidad en diversos sectores de la sociedad, principalmente por su perfil técnico y operativo.