El juicio a García Luna: ¿Sirve al actual régimen para desviar la atención de la inseguridad actual?
Redacción Información General, Morelos
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 17 de octubre de 2024
El juicio a Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), fue utilizado por Andrés Manuel López Obrador y Morena como una herramienta para reforzar su discurso político y atacar a sus opositores, particularmente al PAN y los gobiernos anteriores. El caso de García Luna, asimismo, ha sido aprovechado por el gobierno actual para subrayar sus críticas a la “guerra contra el narcotráfico” iniciada en el sexenio de Calderón, así como para argumentar que el enfoque de seguridad de los gobiernos pasados fue fallido y estuvo ligado a la corrupción.
AMLO mencionó repetidamente el juicio en sus conferencias matutinas, señalando que se evidenciaba la complicidad de altos funcionarios de gobiernos pasados con el crimen organizado, lo que a su vez fortaleció su narrativa de que el gobierno de la 4T sí combatía la corrupción de manera más efectiva. Además, aprovechó la atención mediática generada por el juicio para destacar las diferencias entre la administración obradorista y las anteriores, posicionándose como un líder comprometido con la transparencia y la justicia.
En términos de propaganda política, el juicio ha sido un recurso para deslegitimar a los opositores del régimen y consolidar el apoyo de su base, especialmente al señalar la colusión entre el narcotráfico y el poder político en administraciones previas. Este tipo de discurso ha sido recurrente en la estrategia de Morena para capitalizar políticamente escándalos relacionados con la corrupción de figuras asociadas con los partidos rivales.
¿El juicio sirvió para atacar a Felipe Calderón y desviar la atención de los problemas actuales de inseguridad?
Sheinbaum ha repetido que el juicio de García Luna expone la relación corrupta entre el gobierno de Calderón y el narcotráfico, lo cual busca reforzar la nueva narrativa de que los problemas actuales de inseguridad tienen raíces profundas en las administraciones anteriores.
Al mismo tiempo, este enfoque ha permitido desviar, al menos temporalmente, la atención pública y mediática de los problemas de inseguridad que persisten durante su incipiente administración. Aunque Sheinbaum respalda iniciativas como la militarización de la Guardia Nacional, la realidad es que los índices de violencia y criminalidad no han disminuido de manera significativa, y el tema de García Luna ha servido para mantener en el foco los fallos de gobiernos anteriores en lugar de los retos actuales.
Para muchos críticos, esta estrategia es vista como un intento de minimizar las críticas hacia la gestión actual de la seguridad, culpando a las administraciones pasadas por el contexto en el que se encuentra el país hoy en día, sin reconocer la responsabilidad del gobierno actual en enfrentar la situación de manera efectiva.