Nuevas políticas de medicamentos en México: ¿Una solución o más retos?
LA CRÓNICA DE MORELOS. Jueves 31 de octubre de 2024.
Las nuevas políticas de compra y distribución de medicamentos anunciadas por el gobierno federal de México representan un giro hacia la centralización y digitalización de procesos, buscando optimizar la eficiencia y transparencia en el sector salud. Si bien la intención de mejorar el abasto y reducir costos es laudable, la ejecución y los resultados aún están por verse. La crítica implícita a la gestión anterior sugiere un deseo de cambio, pero la eficacia de estos cambios dependerá de la implementación real, la capacidad de Birmex para manejar la logística, y si se logra la transparencia prometida.
La expectativa de que estas políticas no solo mejoren la accesibilidad y calidad de los medicamentos sino también sirvan como modelo para otras áreas del gobierno, es ambiciosa. Sin embargo, la historia reciente de centralización en la compra de medicamentos ha mostrado desafíos significativos en términos de abasto y eficiencia. La verdadera prueba será si estas nuevas estrategias pueden superar esos obstáculos, garantizando no solo una distribución más equitativa y eficiente de medicamentos sino también una mayor confianza pública en la gestión de la salud.
El gobierno federal, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, ha anunciado un nuevo sistema para la compra y distribución de medicamentos que busca optimizar la adquisición pública a través de la digitalización de procesos. Este esquema, que se espera inicie en 2025, implica una inversión anual de 130 mil millones de pesos y abarca la colaboración de 26 instituciones de salud. La digitalización no solo promete mayor transparencia sino también una mejora en la competencia tanto a nivel nacional como internacional, asegurando mejores precios y eficiencia en la distribución directa a almacenes estatales.
Además, se ha destacado la creación de un modelo de adquisición consolidada bianual, lo que se espera redunde en mejores precios debido a la mayor cantidad de compra. Este enfoque bianual se alinea con la estrategia de compra consolidada más grande hasta la fecha, reflejando un compromiso con la economía de escala y la optimización de recursos. La implementación de tecnologías de información y comunicación es clave en este nuevo modelo, facilitando la trazabilidad y la gestión de inventarios.
La Secretaría de Salud ha lanzado una convocatoria pública para transparentar este proceso, lo que indica un giro hacia la apertura y la supervisión ciudadana en la adquisición de medicamentos. Esta acción se alinea con críticas previas sobre la falta de transparencia y eficiencia en la compra de medicamentos, buscando restablecer la confianza pública en la gestión del sector salud.
El anuncio también refleja una crítica implícita a la gestión anterior, sugiriendo que el modelo de compra de medicamentos no estaba optimizado bajo la administración pasada. La nueva dirección busca no solo mejorar el abasto y reducir costos sino también demostrar una mejora en la gobernanza y la gestión de la salud pública, lo que se espera impacte positivamente en la accesibilidad y calidad de los medicamentos para la población mexicana.
Este movimiento hacia un sistema más digitalizado y transparente en la compra de medicamentos podría establecer un precedente para otras áreas del gobierno, promoviendo la eficiencia, la reducción de corrupción y la mejora en la calidad de los servicios públicos. La expectativa es que este modelo no solo cumpla con las promesas de transparencia y eficiencia sino que también sirva como una base para futuras reformas en la administración pública.