México bajo el signo de la violencia: el desafío de la seguridad en el primer mes de Sheinbaum
LA CRÓNICA DE MORELOS. Sábado 02 de noviembre de 2024.
En el primer mes de la presidencia de Claudia Sheinbaum, México enfrentó un desafío significativo en materia de seguridad, registrando más de 2 mil homicidios dolosos. Este dato, que equivale a un promedio diario de aproximadamente 73 asesinatos, ha destacado la violencia como uno de los problemas más urgentes para la nueva administración.
Comparado con el mismo periodo del año pasado, hubo un incremento, lo que sugiere una continuidad o exacerbación de las condiciones que propician la violencia en el país. La administración de Sheinbaum ha tenido que lidiar no solo con esta cifra alarmante, sino también con la percepción pública y las expectativas de una disminución en los índices de violencia, lo cual ha puesto en el tapete la necesidad de una estrategia de seguridad integral.
El contexto de estos homicidios se enmarca dentro de un país que lleva años lidiando con la violencia relacionada con el narcotráfico y la delincuencia organizada. Aunque el primer mes de gobierno de Sheinbaum no ha marcado un récord histórico en términos de homicidios comparado con administraciones anteriores, el número es significativo y refleja la complejidad del panorama de seguridad en México. Los estados con las tasas más altas de homicidios por cada 100 mil habitantes continúan siendo los usualmente afectados por la violencia, como Colima, Morelos, y Baja California, indicando que las regiones con mayor conflictividad no han experimentado un alivio inmediato con el cambio de gobierno.
La respuesta de la administración ha incluido un enfoque en la militarización como parte de su estrategia de seguridad, lo que ha generado debate sobre la efectividad y los derechos humanos. La alta letalidad en los enfrentamientos con las Fuerzas Armadas ha sido un punto de controversia, con críticas sobre la necesidad de revisar las tácticas empleadas para evitar confrontaciones letales.
Por otro lado, el gobierno ha destacado detenciones importantes y aseguramientos de drogas, intentando mostrar avances en la lucha contra el crimen organizado, aunque la persistencia de los homicidios indica que estos esfuerzos aún no se traducen en una reducción significativa de la violencia.
Este inicio de gobierno bajo el signo de la violencia ha generado diversas reacciones en la sociedad mexicana. Mientras algunos sectores piden paciencia y tiempo para que las políticas de seguridad se implementen y den resultados, otros expresan descontento y exigen acciones inmediatas y más efectivas. La seguridad sigue siendo un tema candente, no solo en términos de números, sino también en la percepción de inseguridad que afecta la vida cotidiana y la confianza en las instituciones.
La presidencia de Sheinbaum, al enfrentar este desafío desde el principio, se ve obligada a demostrar que su enfoque puede llevar a una mejora en la situación de seguridad, lo cual es crucial no solo para su legitimidad, sino para el bienestar general del país.