PERSPECTIVA NEGATIVA PARA MÉXICO: UN ANÁLISIS DESDE MOODY’S
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 15 de noviembre de 2024
La agencia calificadora Moody’s cambió recientemente la perspectiva de la calificación crediticia de México de “estable” a “negativa”. Este ajuste refleja un creciente escepticismo sobre la capacidad del país para manejar sus desafíos fiscales y económicos en un entorno de incertidumbre política. La decisión se fundamenta en varios factores clave que impactarán negativamente el panorama económico de México en los próximos años.
Uno de los principales motivos citados por Moody’s es el debilitamiento del marco institucional y de la formulación de políticas. Este cambio ha sido percibido como un riesgo para la estabilidad y la confianza de los inversionistas, especialmente en un contexto donde reformas constitucionales recientes podrían socavar los controles y equilibrios del sistema judicial mexicano. La independencia judicial es crucial para la confianza tanto de los mercados nacionales como internacionales, y cualquier percepción de erosión en este aspecto tiende a repercutir en la evaluación crediticia.
Otro aspecto resaltado es la rígida estructura del gasto público y la dificultad para lograr una consolidación fiscal efectiva. Con un déficit público en aumento y una mayor carga de deuda, Moody’s señala que México enfrenta desafíos para mantener su grado de inversión, especialmente si no se toman medidas fiscales prudentes para mitigar estos riesgos. La agencia también menciona la preocupación sobre la sostenibilidad financiera de empresas estatales como Pemex, cuya deuda podría volverse un pasivo contingente para el gobierno federal.
A pesar de estos retos, Moody’s reconoce que México tiene una economía diversa y un potencial significativo para beneficiarse del nearshoring, dada su cercanía y relación comercial con Estados Unidos. Sin embargo, para capitalizar estas oportunidades, el país necesita abordar los desafíos en materia de inversión y reformas estructurales que impulsen la productividad y el crecimiento económico a largo plazo.
La calificación de “negativa” no necesariamente implica una rebaja inmediata, pero indica que hay un mayor riesgo de que esto ocurra en el futuro cercano si las condiciones actuales no mejoran. Este cambio en la perspectiva es un llamado de atención para las políticas económicas de México, sugiriendo la necesidad de una estrategia más clara y efectiva que restaure la confianza de los mercados y asegure la estabilidad financiera del país.