El retorno del miedo: ¿Cómo afectaría a Morelos la deportación masiva de Trump?
LA CRÓNICA DE MORELOS. Lunes 18 de noviembre de 2024.
La deportación masiva prometida por Donald Trump, de concretarse, tendría profundas repercusiones en Morelos, afectando no solo a los migrantes morelenses en Estados Unidos, sino también a la economía y la sociedad del estado.
Este fenómeno podría desencadenar un retorno masivo de ciudadanos, poniendo a prueba la infraestructura local y los recursos disponibles, mientras que la disminución de las remesas, pilar económico para muchas familias, generaría un desequilibrio financiero significativo.
Al ser un estado con una considerable población migrante en Estados Unidos, vería afectadas directamente a miles de familias y comunidades. La economía local sufrirá por la reducción de remesas, que son un ingreso vital para alrededor de 10 mil familias morelenses, especialmente en zonas rurales donde estas transferencias financieras sostienen la economía doméstica. Se calcula en 20 mil millones de pesos anuales la cantidad de billetes verdes enviados a Morelos por nuestros connacionales residentes en el vecino país del norte.
Estimaciones basadas en estudios previos y el contexto general de la migración mexicana en Estados Unidos sugieren que Morelos vería el regreso de miles de sus ciudadanos. Aunque no hay cifras precisas sobre cuántos morelenses serían deportados específicamente, considerando que aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos pueden ser afectados, y tomando en cuenta la proporción de migrantes de Morelos en comparación con otros estados mexicanos, se infiere que serán afectados entre varios miles a decenas de miles de morelenses, dependiendo de la efectividad y el alcance de la deportación.
La comunidad morelense en Estados Unidos es conocida por estar bien integrada en sectores como la agricultura, la construcción y el servicio doméstico, áreas donde la mano de obra de migrantes es fundamental. La deportación de estas personas no solo afectaría a los deportados, sino también a sus familias en Estados Unidos que quedarían desarticuladas, con posibles repercusiones en la educación de los niños, la estabilidad emocional de las familias y la pérdida de empleos. Además, las empresas que dependen de esta mano de obra podrían enfrentar desafíos para encontrar trabajadores que ocupen estos puestos, lo que llevará a una disminución en la productividad y al aumento de los costos laborales.
En el ámbito social, el retorno masivo de migrantes generará una mayor demanda de servicios públicos como salud y educación en Morelos. Las escuelas necesitarían adaptarse a una afluencia repentina de estudiantes, y el sistema de salud podría verse presionado por la necesidad de atender a personas que quizás regresen con enfermedades o condiciones de salud no tratadas adecuadamente en Estados Unidos. Además, el tejido social de las comunidades se alterará, con familias que deben reintegrarse a un entorno que podría haber cambiado significativamente desde su partida. Este fenómeno también llevará a un incremento de la tensión social y económica en Morelos debido a la inesperada carga sobre la infraestructura y recursos del estado.
A 2020, de Morelos salieron casi 14 mil personas para vivir en otro país, 76 de cada 100 se fueron a Estados Unidos de América. A nivel nacional se registraron 802,807, de ellos 77 de cada 100 se fueron a EE. UU. Entre 2015 y 2020 salieron de Morelos casi 67 mil personas para residir en otra entidad. Las cifras anteriores son del INEGI.
Aunque Donald Trump ha reiterado su promesa de deportaciones masivas en la campaña electoral y ha tomado medidas para preparar el terreno legal y operativo para ello, como la declaración de emergencia nacional y el uso de activos militares, la implementación efectiva de este proyecto a gran escala enfrenta numerosos obstáculos. Estos incluyen desafíos logísticos, legales, y económicos, así como la resistencia de comunidades y organizaciones pro-inmigrantes. Además, la historia de su primer mandato muestra que, si bien hubo un aumento en las deportaciones, no se logró la “deportación masiva” prometida inicialmente. Por lo tanto, mientras que Trump podría intentar avanzar en esta política, la ejecución a la escala prometida parece poco probable debido a las complejidades prácticas y a posibles limitaciones políticas y judiciales, lo que sugiere que la promesa tendría un componente significativo de demagogia política.