EL DILEMA DE MORELOS: ¿DÓNDE QUEDA LA RIQUEZA GENERADA?
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 20 de noviembre de 2024
El estado de Morelos, conocido por su rica historia y su contribución al desarrollo económico de México a través de diversos sectores como el turismo y la industria manufacturera, enfrenta un debate (con mucha inquietud) recurrente sobre la distribución de su riqueza. Con un Producto Interno Bruto nominal de alrededor de 235 mil 596 millones de pesos en 2020, nuestra entidad genera una considerable aportación fiscal al gobierno federal. Sin embargo, la pregunta que surge en la mente de muchos morelenses y que durante decenios he formulado es: ¿Qué parte de este gigantesco aporte retorna al estado en forma de participaciones federales y cómo se está utilizando?
La captación bancaria en Morelos, mediante la cual se mide el nivel de la riqueza generada anualmente en nuestro territorio, aunque no se detalla en los datos disponibles hasta 2024, es un indicador crucial de la salud financiera del estado. Este dato, junto con el PIB, podría ofrecernos una visión más clara sobre la capacidad de Morelos para financiar sus necesidades locales. La falta de transparencia o de información actualizada sobre estos aspectos económicos deja a los ciudadanos con una sensación de incertidumbre respecto a cómo sus contribuciones fiscales están beneficiando o no al desarrollo local.
Las participaciones federales son vitales para el desarrollo de infraestructura, educación, salud y seguridad en Morelos. Sin embargo, al comparar la aportación fiscal con lo que el estado recibe de regreso, hay quienes argumentan que Morelos recibe menos de lo que corresponde, generando un déficit en servicios públicos y desarrollo. Esta percepción no solo afecta la confianza pública en las políticas fiscales, sino que también abre el debate sobre la equidad en la distribución de recursos federales. ¿Es el sistema de reparto de participaciones justo para estados como Morelos, o necesita una revisión?
Este desbalance ha provocado una polémica local sobre la necesidad de una mayor autonomía fiscal o de una reforma sobre cómo se distribuyen los fondos federales. Los morelenses demandamos una mayor transparencia y una distribución más equitativa que refleje realmente la contribución de su estado al erario nacional. La discusión no solo se centra en el monto de los recursos, sino en cómo estos se gestionan y aplican para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, abriendo un diálogo necesario sobre la política fiscal y la justicia distributiva en México.
Ahora mencionemos la coyuntura en torno a Jalisco. Morelos, con su posición geográfica cercana a la Ciudad de México y su legado histórico, juega un papel distintivo en el panorama económico de México, aunque su desarrollo económico y la distribución de la riqueza presentan un contraste notable con estados como Jalisco. Mientras Jalisco es promocionado como un motor económico nacional, con una economía diversificada que incluye la industria tecnológica, la agricultura de exportación, y un sector turístico robusto, Morelos, a pesar de su potencial turístico y cultural, muestra un crecimiento más contenido.
Este estado enfrenta retos en la atracción de inversión y en la generación de empleo de calidad, lo que refleja una dinámica común en muchas entidades federativas de México, donde la distribución de la riqueza tiende a favorecer regiones con mayor infraestructura y políticas de desarrollo más agresivas. La comparación evidencia no solo disparidades económicas, sino también diferencias en cómo los estados gestionan y promueven su desarrollo, resaltando la necesidad de estrategias específicas para impulsar el crecimiento equitativo en entidades como Morelos. Esto lo comentamos ante la decisión de Jalisco de salirse del Pacto Fiscal. Habremos de estar muy atentos sobre el debate que este espinoso asunto seguramente se abrirá.