Escenarios realistas en torno a Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa
LA CRÓNICA DE MORELOS. Miércoles 04 de diciembre de 2024.
El caso del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, presenta una serie de complejidades que pueden interpretarse como indicativos de una potencial caída política o al menos de una administración bajo presión significativa. Desglosemos.
Sinaloa ha experimentado un aumento significativo en la violencia, con enfrentamientos entre grupos delictivos que han llevado a un estado de inseguridad palpable. Rocha Moya ha sido señalado por algunas fuentes de estar involucrado o tener nexos con grupos criminales, lo que ha contribuido a la percepción de ingobernabilidad. Esta situación ha generado un clima de miedo entre los ciudadanos y ha puesto en duda la capacidad del gobernador para manejar la seguridad pública.
Existen indicios de que el gobierno federal, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, ha estado supervisando o investigando a Rocha Moya, lo que sugiere una vigilancia o presión desde el centro. Aunque Sheinbaum ha pedido que no se especule sin pruebas concretas, la mención de investigaciones por parte de organismos como el Centro Nacional de Inteligencia indica una posible falta de confianza o al menos una vigilancia estrecha sobre sus acciones. Esto podría interpretarse como que el gobierno federal mantiene a Rocha Moya en su posición a pesar de las controversias, quizás para no desestabilizar aún más la situación en Sinaloa o por intereses políticos mayores.
La solicitud de revocación de mandato por parte de ciudadanos organizados refleja un rechazo social significativo hacia la gestión de Rocha Moya. Su respuesta a estas solicitudes ha sido de defensa, sugiriendo que sus críticos se miren a sí mismos, lo cual no ha ayudado a calmar las aguas sino más bien ha intensificado las divisiones. La percepción de que su administración no está abordando adecuadamente los problemas de seguridad y violencia fomenta este rechazo.
Dentro de Morena, el partido de Rocha Moya, parece haber apoyo hacia él, como se ha visto en algunas declaraciones y respaldos de figuras políticas del partido. Sin embargo, este apoyo podría ser más por lealtad partidista o estrategia política que por una convicción en su liderazgo, especialmente considerando las críticas que recibe desde otros sectores.
El caso de Rubén Rocha Moya se puede ver como un ejemplo de cómo un gobernador puede estar al filo de la navaja, sostenido por el apoyo federal mientras enfrenta una crisis de seguridad y un creciente rechazo social.
La presión sobre su gobierno parece eslabonarse a través de la violencia, las investigaciones federales, y el descontento ciudadano, lo que podría eventualmente llevar a una caída si no se maneja con cuidado o si las circunstancias cambian. Sin embargo, la situación es dinámica y depende de múltiples factores, incluyendo la política nacional y las alianzas partidistas, que pueden alterar el curso de los acontecimientos.