¿RECUERDAN LOS CALENDARIOS Y LAS TARJETAS NAVIDEÑAS?
HUGO CALDERÓN Y MIKE CASTILLO EN LA RAZA FM, MINNEAPOLIS, EE. UU.
MIÉRCOLES 18 DICIEMBRE 2024
BUENOS DÍAS
Como todos los miércoles, entramos a la cabina de CADA MAÑANA, junto con los chinelos, para saludar a nuestros amigos y paisanos allá en la Unión Americana, hoy que es miércoles 18 de diciembre de 2024.
Gracias Mike Castillo, por permitirnos nuevamente platicar con los paisanos de allá y de acá, en especial con quienes nos dejan saludos todos los miércoles, antes de nuestra intervención.
La semana pasada, quedamos de hablarles de las posadas, de cómo eran antes, cuando eran los mismos vecinos quienes las organizaban.
El pasado lunes iniciaron las posadas, aunque, como ya se los habíamos dicho, no se siente el ambiente como antes, cuando había más algarabía y entusiasmo.
Antes, ya fuera en los departamentos o en los patios de la vecindad, se armaba “el bailongo”,
Sacaban el tocadiscos, o las consolas, y a poner los discos con los ritmos de moda, para bailar sabroso.
Unos buenos danzones, mambo, chachachá, y también casi todas las canciones de la Sonora Santanera.
Las bebidas que por entonces “rifaban” eran Presidente, Don Pedro, Fundador, Cheverny, entre los brandys.
Entre los rones, el Bacardí Añejo, el Blanco, y el Solera, además del Huasteco Potosí.
Buscando en el baúl de los recuerdos, junto con varios amigos “cuernavacos de la vieja guardia”, recordamos el famoso comercial de la desaparecida Relojería Cantú, que decía: Un minuto para comprar… un laaaargo año para pagar ¿lo recuerdan?
Y, además, los premios que ofrecía a los compradores: Un pavo, una piñata, un cartón de cerveza “Nochebuena”.
También, por aquellos años, la entrega de los calendarios por parte de los dueños de establecimientos comerciales.
Esos calendarios con las ilustraciones de Helguera, que, durante doce meses, estaban en las paredes de nuestras casas, recordando el paso de los días.
Abarrotes tal y tal, mueblería fulana, zapatería mengana, carnicería equis, atendida por su propietario, le desea lo mejor a sus clientes y amigos para el próximo año.
En estos tiempos modernos ¡ya ni calendarios dan!
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo son los deseos de: Y en las tarjetas de navidad se imprimía el nombre o los nombres de quienes expresaban tales deseos, y con pluma, con la mejor caligrafía, escribían los nombres de los amigos o parientes a quienes deseaban parabienes.
Dichas tarjetas se imprimían en máquinas manuales, que eran auténticas reliquias.
Los más pudientes, acudían a las imprentas que por entonces había en Cuernavaca, como la “América”, “La Universal”, la “San Juan”, la “Económica”, la “Garduño”, etc.
Y la entrega de las tarjetas navideñas, por los carteros. Todavía “de a pie”, o en bicicleta, luego ya en motocicleta. Hoy, creo que ya ni hay carteros.
Tampoco vemos ya las maquinitas de imprimir, que antaño se ubicaron afuera de lo que era la Farmacia Zapata o frente a la entrada principal del mercado viejo, como llamaban al desaparecido mercado “Benito Juárez” o “del Reloj”.
Como siempre, por platicones se nos terminó el espacio.
Nos vamos a despedir con “Las fiestas de diciembre”, con la Sonora Santanera, para que se acuerden de sus tiempos juveniles, cuando se entusiasmaban con la llegada de las posadas y las posibilidades de bailar con quien les robaba el sueño.
Gracias por escucharnos y por leernos.
Buen fin de semana.
Hasta el próximo miércoles.