El Infonavit huele a podrido; emergen las corruptelas y el saqueo a recursos de los trabajadores
En los últimos días, se ha revelado una extensa red de corrupción dentro del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), que involucra a trabajadores del instituto, notarios, despachos y peritos valuadores.
Esta red ha operado otorgando múltiples créditos sobre una misma vivienda, lo que ha permitido la venta fraudulenta de más de 1,400 viviendas, algunas de las cuales fueron vendidas hasta cuatro veces al año. El esquema ha afectado a miles de trabajadores, generando un fraude que, según se ha informado, asciende a más de 1,200 millones de pesos.
Octavio Romero Oropeza, el director general del INFONAVIT, fue quien sacó a la luz estos casos de corrupción durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Uno de los ejemplos más flagrantes es la situación en el Estado de México, donde 496 casas fueron vendidas 4,130 veces, involucrando a tres notarios, dos despachos de valuación, tres peritos valuadores, tres controladores y seis trabajadores del INFONAVIT. Además, se denunció la existencia de indemnizaciones inadecuadas y financiamiento a constructoras que no cumplieron con sus compromisos, lo cual ha llevado a una revisión exhaustiva de las prácticas internas del instituto.
La magnitud de este esquema fraudulento generó una reacción significativa, con la presidenta Claudia Sheinbaum respaldando reformas para transformar el INFONAVIT en una institución con un enfoque más social y transparente.
La corrupción detectada no solo dañó la economía de los trabajadores, sino que también ha puesto en entredicho la confianza en las instituciones públicas. En respuesta, se están proponiendo cambios en la estructura organizacional del INFONAVIT, incluyendo la eliminación de direcciones sectoriales y una mayor supervisión para evitar futuras irregularidades.