Vehículos oficiales en Morelos: radiografía del abandono en el sector público y sus implicaciones
LA CRÓNICA DE MORELOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 23 de diciembre de 2024
El abandono del parque vehicular del gobierno de Morelos y de la mayoría de ayuntamientos se refiere al estado de deterioro y falta de mantenimiento que presentan los vehículos oficiales destinados a diversas dependencias y servicios públicos. Esta situación implica que un número considerable de automóviles, camiones, ambulancias y otras unidades se encuentran fuera de servicio, acumulando óxido, averías y representando una pérdida económica para el estado. Este problema ha sido evidenciado por diversas fuentes, incluyendo reportes de medios de comunicación y denuncias de sindicatos, quienes señalan la falta de inversión en mantenimiento y renovación del parque vehicular como una de las causas principales.
Tal abandono tiene múltiples consecuencias negativas para el erario público. En primer lugar, la inoperatividad de los vehículos genera la necesidad de contratar servicios externos de transporte o arrendamiento de unidades (práctica común en las instituciones de seguridad pública), lo que representa un gasto adicional considerable. Además, la falta de mantenimiento preventivo conlleva a averías mayores y reparaciones más costosas a largo plazo, incrementando el costo total de posesión de los vehículos. Asimismo, la depreciación de los vehículos por falta de uso y mantenimiento disminuye su valor residual, representando una pérdida patrimonial para el estado.
Adicionalmente, el abandono del parque vehicular impacta negativamente en la eficiencia de los servicios públicos. La falta de unidades disponibles dificulta la movilidad del personal, la atención a emergencias, el traslado de pacientes y la realización de diversas actividades gubernamentales. Esto puede generar retrasos, ineficiencias y una disminución en la calidad de los servicios que se ofrecen a la ciudadanía. Por ejemplo, la falta de ambulancias en buen estado puede poner en riesgo la vida de personas que requieren atención médica urgente.
El abandono del parque vehicular del gobierno de Morelos y algunos ayuntamientos representa un problema multifactorial con importantes repercusiones económicas y sociales. No solo implica una pérdida de recursos públicos por la depreciación de los vehículos y el aumento en los costos de operación y mantenimiento, sino que también afecta la capacidad del gobierno para brindar servicios eficientes a la población. Es fundamental que se implementen políticas públicas que prioricen la inversión en mantenimiento preventivo, la renovación del parque vehicular y la gestión eficiente de los recursos destinados a este rubro, con el fin de optimizar el uso de los recursos públicos y garantizar la prestación de servicios de calidad.
A continuación, enlistamos las causas más relevantes del abandono del parque vehicular del sector público estatal y municipal en Morelos.
La falta de presupuesto es una de las causas principales. Si no se destinan los recursos económicos suficientes para el mantenimiento preventivo y correctivo, así como para la renovación de las unidades, es inevitable que el parque vehicular se deteriore. Esto puede deberse a prioridades presupuestales diferentes, recortes en el gasto público o una mala distribución de los recursos.
La corrupción es otro factor y puede manifestarse de diversas formas, como el desvío de fondos destinados al mantenimiento, la adjudicación irregular de contratos de reparación a empresas con sobreprecios o la compra de refacciones de baja calidad. Estas prácticas merman los recursos disponibles y afectan la calidad de los trabajos realizados, acelerando el deterioro de los vehículos. En el pasado se tuvo conocimiento sobre talleres que aumentaban sobremanera los presupuestos de mantenimiento preventivo y reparación de unidades, lo cual produjo una generación de nuevos ricos.
Por otro lado, persiste una gestión ineficiente, que puede traducirse en la falta de un inventario actualizado del parque vehicular, la ausencia de un programa de mantenimiento preventivo, la falta de seguimiento a las reparaciones, la falta de capacitación del personal encargado del mantenimiento o la falta de mecanismos de control y rendición de cuentas. Todo esto contribuye al abandono de los vehículos.
Otro factor es la falta de visión a largo plazo y un plan estratégico que defina las necesidades de renovación y mantenimiento del parque vehicular, se toman decisiones improvisadas y se priorizan soluciones a corto plazo que resultan más costosas a la larga. Un plan estratégico debe contemplar la vida útil de los vehículos, los costos de operación y mantenimiento, las necesidades de cada dependencia y los recursos disponibles.
Sumamos la falta de transparencia en el uso de los recursos públicos y la ausencia de mecanismos de rendición de cuentas dificultan la detección y sanción de irregularidades, lo que favorece la corrupción y la mala gestión.
Añadimos la falta de capacitación. Si el personal encargado del mantenimiento no cuenta con la capacitación adecuada, las reparaciones pueden ser deficientes o incluso agravar los problemas de los vehículos. Además, la falta de capacitación en el uso eficiente de los vehículos puede generar un mayor desgaste y consumo de combustible.
En ocasiones, los gobiernos pueden priorizar otros rubros de gasto público, como obras públicas o programas sociales, en detrimento del mantenimiento del parque vehicular. Si bien estas inversiones pueden ser importantes, descuidar el mantenimiento de los vehículos puede generar problemas mayores a largo plazo.
Es importante destacar que estas causas no son excluyentes entre sí y que, en la mayoría de los casos, interactúan y se refuerzan mutuamente. Para abordar el problema del abandono del parque vehicular de manera efectiva, es necesario implementar un conjunto de medidas que atiendan a todas estas causas, incluyendo la asignación de un presupuesto adecuado, la implementación de mecanismos de control y transparencia, la capacitación del personal y la elaboración de un plan estratégico a largo plazo. Ojalá y los nuevos responsables de la Secretaría de Administración y los próximos integrantes de los siguientes ayuntamientos estructuren adecuadamente el plan a seguir, o de lo contrario seguirán creciendo los cementerios de chatarra.