XÓCHITL, ELECTA POR ACLAMACIÓN
OPINIÓN
Por Jorge Messeguer Guillén
Lunes 4 de septiembre de 2023
El proceso del Frente Amplio por México (FAM) fue exitoso, ejemplar y ciudadano.
Exitoso porque el resultado correspondió a las preferencias ciudadanas. Desde el inicio del proceso, la ciudadanía pudo participar registrándose en la plataforma del FAM y manifestar su simpatía por alguno de los aspirantes, mismos que se registraron libremente.
Xóchitl obtuvo alrededor de un millón de firmas de apoyo en muy poco tiempo. Gente que se tomó el tiempo de ingresar a la plataforma y cumplir con el registro, que si bien era sencillo, implicaba dedicarle unos minutos y en ocasiones intentar dos o tres veces por la saturación de la plataforma y las fallas propias de un sistema como estos.
Exitoso porque se fueron descartando los contendientes de acuerdo con las reglas pactadas en un inicio; porque la presión ciudadana hizo que los partidos se abrieran y en lugar de que se encerraran en un cuarto a decidir sobre la candidatura presidencial, se puso en manos de la gente que se expresó contundentemente a favor de Xóchitl Gálvez.
Exitoso porque hubo cinco foros temáticos en donde se escucharon las diferentes visiones del país, con respeto, civilidad y hasta camaradería.
Ejemplar porque sin descartar las tensiones naturales que se producen en cualquier contienda, y más si es política, los aspirantes mostraron altura de miras al aceptar los resultados con madurez política. Ahí está el caso de Enrique de la Madrid, Santiago Creel y desde luego la gran mujer que es Beatriz Paredes.
Ejemplar porque se contó con el respaldo de un grupo de mexicanas y mexicanos con amplia experiencia electoral y solvencia moral que se encargaron de ser los organizadores y los árbitros de la contienda, modelo que se replicó en todos los estados de la república con comités ciudadanos locales: un gran reconocimiento a su trabajo.
El oficialismo acusó recibo y reaccionó como siempre lo hace, con insultos y descalificaciones desde la más alta tribuna nacional, qué lamentable. De un gobierno democrático hubiéramos esperado algún mensaje de “bienvenida la competencia democrática” por ejemplo, sin embargo lo que escuchamos fue una retahíla de descalificaciones a los fifís, conservadores, machuchones y más términos propios de este gobierno. No tiene remedio, el presidente es líder de su partido, no representa a la nación.
Celebro que la decisión de Beatriz Paredes, impulsada por los resultados de las encuestas, haya propiciado un desenlace adelantado. Podemos afirmar que la representante del FAM y futura candidata presidencial fue electa por aclamación; al no haber competencia la consulta se canceló, evitando además que el gobierno y el partido oficial intentara meter las manos para ensuciar el proceso, que por su carácter ciudadano, era frágil.
Nada ni nadie le puede regatear a Xóchitl Gálvez el millón de firmas de apoyo ni la ventaja de más de quince puntos en las encuestas. En menos de tres meses se ha colocado en una posición competitiva frente a la posible candidata oficial, con un potencial enorme para crecer y rebasar al oficialismo. Por eso los ataques del presidente y el enojo de los morenistas, de ese tamaño es su preocupación.
Xóchitl Gálvez ha logrado la unidad de la oposición, que no es poca cosa y quizá hasta una parte de Movimiento Ciudadano le brinde su apoyo. Su discurso es de reconciliación, de inclusión, de esperanza, es empática y convence.
Ha logrado que la esperanza renazca en amplios sectores de la población; con su estilo sincero, sencillo, directo, le habla tanto a los de arriba como a los de en medio y a los de abajo. Les habla a los empresarios porque ella misma es una exitosa empresaria; les habla a los aspiracionistas de clase media que con su esfuerzo construyen su futuro todos los días; con su propia experiencia de vida les habla a los de abajo, como ejemplo de superación.
Los retos en los próximos meses serán enormes, enfrentaremos una elección de estado. El oficialismo, a la vieja usanza, no escatimará recursos, legales e ilegales, para apoyar a su candidata oficial, esa que representa la continuidad del fracaso de la 4T y es una calca borrosa del líder.
Xóchitl sabe que no está sola y que un ejército ciudadano la respalda hasta donde tope, como ella dice: “fue más difícil el camino de Tepatepec a la UNAM que del Senado a Palacio Nacional”.