No estaban muertos, andaban de parranda en Acapulco
La búsqueda de Manuel Alejandro Castro López y su novia, Frida Alexandra Ordaz Jiménez, había generado gran alarma y movilización, al grado de que su desaparición llegó a ser difundida en medios nacionales. Desde el domingo pasado, sus familiares, al no tener noticias de ellos, interpusieron un reporte ante la Fiscalía General del Estado, que emitió fichas de búsqueda oficiales. Los hechos, en Cuautla.
Las horas de incertidumbre y angustia llegaron a su fin este miércoles, cuando la pareja apareció sana y salva en su domicilio, causando sorpresa y, para muchos, indignación. Según su propio testimonio, ambos habían viajado al puerto de Acapulco sin avisar a nadie.
Aunque la noticia de su regreso ha sido motivo de alivio, las reacciones de la población no se hicieron esperar. Muchos criticaron la irresponsabilidad de los jóvenes, comparándolos con el famoso “pastorcito mentiroso”.
“Esperemos que aprendan la lección, porque esto pudo haber terminado muy mal”, comentó un usuario en redes sociales.
Afortunadamente, esta historia tuvo un desenlace positivo, pero deja una reflexión importante: la comunicación con los familiares y el uso adecuado de los recursos de búsqueda deben ser tomados con la seriedad que merecen.