Justicia por propia mano; el asesino de una mujer adulta mayor fue linchado y calcinado
En la comunidad de Tekit, Yucatán, se desató una ola de violencia cuando los habitantes decidieron hacer justicia por su propia mano después de que un hombre, conocido como “El Wero”, atacara con un machete a una mujer de la tercera edad, identificada como Doña Candy.
Según reportes, este acto de violencia derivó, durante la madrugada del martes, en la muerte de la víctima y, en respuesta, los pobladores de Tekit capturaron a “El Wero”, quien presuntamente padecía de sus facultades mentales debido al consumo de sustancias ilícitas. La situación escaló rápidamente, culminando en un linchamiento y posterior quema del agresor por parte de la comunidad, lo que refleja un alto grado de indignación y desconfianza hacia las instituciones encargadas de la justicia.
El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, condenó estos hechos a través de un comunicado en su cuenta de X, expresando su solidaridad con la familia de María Candelaria, la mujer fallecida, y rechazando cualquier forma de violencia bajo el pretexto de hacer justicia por propia mano. Se ha informado que la Fiscalía General del Estado está investigando tanto el asesinato de la mujer como los eventos posteriores del linchamiento, buscando esclarecer los hechos y responsabilizar a quienes participaron en la violencia comunitaria. Esta reacción oficial subraya la tensión entre la necesidad de justicia inmediata y la legalidad del sistema judicial en comunidades donde la impunidad parece prevalecer.
Los habitantes de Tekit argumentan que este acto no es aislado, señalando que “El Wero” tenía un historial de violencia, incluyendo un homicidio en 2022 que no fue adecuadamente castigado debido a alegatos de inimputabilidad por problemas mentales. Este contexto de impunidad previa y la percepción de ineficacia de las autoridades locales han contribuido a que la comunidad tome medidas extremas. Los posts en X reflejan una variedad de opiniones, desde aquellos que condenan la violencia por considerarla una barbarie, hasta quienes ven en el linchamiento una respuesta inevitable ante la falta de justicia formal.