Evolución y afectaciones recientes al tejido social en México
LA CRÓNICA DE MORELOS. Lunes 17 de febrero de 2025
El tejido social en México, entendido como el conjunto de relaciones, instituciones y valores que cohesionan a una sociedad, es un entramado complejo y dinámico que ha experimentado transformaciones significativas en los años recientes.
Tradicionalmente, la familia, la comunidad y las instituciones educativas y religiosas han sido los pilares fundamentales de este tejido. Sin embargo, factores como la urbanización, la migración, la desigualdad económica y la violencia han erosionado estas estructuras y han generado nuevas dinámicas sociales.
En las últimas décadas, México experimentó un proceso de modernización acelerada que impactó profundamente en su tejido social. La migración del campo a las ciudades, la globalización y el acceso a nuevas tecnologías han modificado las formas de interacción social y debilitado los lazos comunitarios. La desigualdad económica, persistente en el país, exacerbó las diferencias sociales y generando una polarización que dificulta la construcción de consensos y la participación ciudadana.
La violencia, particularmente la relacionada con el crimen organizado, se ha convertido en una de las principales amenazas para el tejido social en México. La presencia del crimen organizado en diversas regiones del país ha generado un clima de inseguridad y miedo que afectado la vida cotidiana de las personas y ha debilitado las instituciones. La violencia rompió los lazos sociales, generó desconfianza y ha limitado la capacidad de las comunidades para organizarse y defender sus intereses.
A pesar de los desafíos, existen en México numerosas iniciativas y organizaciones de la sociedad civil que trabajan para fortalecer el tejido social. Estas iniciativas promueven la participación ciudadana, la defensa de los derechos humanos, la construcción de comunidades resilientes y la promoción de valores como la solidaridad y la justicia. Su labor es fundamental para reconstruir la confianza, fomentar la colaboración y generar alternativas frente a la violencia y la exclusión.
Es importante señalar que el fortalecimiento del tejido social no es responsabilidad exclusiva de la sociedad civil. El Estado tiene un papel fundamental en la construcción de un entorno propicio para el desarrollo social, la promoción de la igualdad y la garantía de seguridad y justicia para todos los ciudadanos. Es necesario fortalecer las instituciones, mejorar la calidad de la educación y generar oportunidades de empleo para los jóvenes.
En suma, el tejido social en México se encuentra en un momento crítico. Los desafíos son numerosos, pero también existen oportunidades para construir una sociedad más justa, cohesionada y pacífica. Es necesario un esfuerzo conjunto de todos los actores sociales, incluyendo el Estado, la sociedad civil y los ciudadanos, para fortalecer los lazos sociales, promover la participación ciudadana y construir un futuro mejor para México.