UNA FISCALÍA CON SABOR MORELENSE, RENOVACIÓN Y COMPROMISO
LA CRÓNICA DE MORELOS. Lunes 24 de febrero de 2025.
COMENTARIO EDITORIAL
No hay fecha que no se allegue, ni plazo que no se venza, y en Morelos los tiempos de cambio han llegado con paso firme. La Fiscalía General del Estado, bajo la batuta de Edgar Maldonado, ha dado un golpe de timón con los primeros nombramientos en áreas estratégicas, un movimiento que no solo busca fortalecer la institución, sino que también refleja la premisa de la gobernadora Margarita González Saravia: privilegiar a los morelenses en los cargos clave de su administración. Y qué sabor tiene este giro, porque no se trata solo de nombres nuevos, sino de una apuesta por trayectorias sólidas y un compromiso palpable con la justicia y la ciudadanía.
Este lunes, Maldonado anunció las designaciones con el orgullo de quien sabe que está poniendo las piezas correctas en el tablero. Fernando Blumenkron Escobar, un viejo conocido en los vericuetos de la procuración de justicia, toma las riendas de la Fiscalía Regional Metropolitana con su formación en Derecho y una maestría en Administración Pública desde Francia. Leonel Díaz Rogel, con un currículum que parece sacado de una novela de erudición —licenciaturas, maestría, doctorado y un historial que va desde la defensa de derechos humanos hasta la docencia—, llega a la Visitaduría General. Alejandro Cerezo Delgado, un administrador de cepa, se encargará de la Coordinación General de Administración, mientras que Viridiana Arzate Sandoval, con más de una década navegando las aguas de la administración pública, liderará la Coordinación General Técnica. Finalmente, Roberto Machado Oaxaca, con un pie en el litigio y otro en la asesoría legislativa, asumirá la Coordinación General Jurídica.
¿Y qué tienen en común estos nombres? Además de haber pasado los filtros de control y confianza —un requisito que Maldonado no dejó pasar por alto—, son morelenses de hueso colorado, con trayectorias forjadas en el terruño estatal y un entendimiento profundo de sus entrañas. No es casualidad. La gobernadora González Saravia ha dejado claro que su proyecto pasa por empoderar a los hijos de esta tierra, y la Fiscalía, como pilar de la seguridad y la justicia, no podía ser la excepción. Es una jugada que combina identidad con capacidad, un mensaje que resuena: en Morelos, los morelenses mandan.
Pero esto no es solo un cambio de rostros; es una promesa con sabor a acción. Maldonado lo dijo sin rodeos: la Fiscalía será de puertas abiertas, cercana a la gente, eficiente y confiable. Y para que no quede en palabras, anunció que las evaluaciones al personal serán periódicas, siempre apegadas a la legalidad. Es un compromiso con resultados, con atender las demandas de una ciudadanía que lleva años pidiendo justicia a gritos. Los tiempos de renovación han llegado, y con ellos, la esperanza de que la procuración de justicia deje de ser un lujo inalcanzable y se convierta en un derecho palpable.
Así que aquí estamos, ante una Fiscalía que se sacude el polvo y se viste con el orgullo de lo local. Los nombramientos son solo el primer bocado de un platillo que promete ser sustancioso: una institución renovada, con raíces morelenses y un ojo puesto en las necesidades del pueblo. Porque, como dice el refrán, no hay plazo que no se cumpla, y en Morelos, el reloj ya marcó la hora del cambio. ¡Que aproveche!