LA ENCRUCIJADA DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO: ENTRE EL COMBATE Y LA REALIDAD PERSISTENTE
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Sábado 8 de marzo de 2025
El combate a los cárteles de la droga en México se ha convertido en una lucha multifacética, donde las estrategias gubernamentales se entrelazan con la cruda realidad de la violencia persistente. A pesar de los esfuerzos y los operativos de alto impacto, el fenómeno del narcotráfico continúa mutando, presentando desafíos constantes.
Este análisis de La Crónica de Morelos explorará los escenarios posibles a corto, mediano y largo plazo, considerando tanto las acciones del gobierno como la capacidad de adaptación de los grupos criminales, así como el impacto que tiene este fenómeno en la sociedad mexicana.
SITUACIÓN ACTUAL
Estrategia gubernamental. El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha implementado una estrategia que se enfoca en atender las causas de la violencia, tales como la pobreza y la falta de oportunidades, a la par que se mantiene el combate a los grupos criminales. Se ha puesto énfasis en la captura de líderes de cárteles, lo cual ha generado tanto éxitos como fragmentación de los grupos.
Realidad en el terreno. La violencia persiste en diversas regiones del país, con enfrentamientos entre cárteles y fuerzas de seguridad, así como violencia hacia la población civil. Los cárteles han diversificado sus actividades, abarcando desde el narcotráfico hasta la extorsión, el secuestro y el tráfico de personas.
ESCENARIOS POSIBLES
Corto plazo (1-2 años). Es probable que continúen los operativos de alto impacto contra líderes de cárteles, lo que podría generar una mayor fragmentación de los grupos y un aumento de la violencia a corto plazo, ya que facciones rivales luchan por el control. La presión sobre los cárteles podría llevarlos a buscar nuevas rutas y mercados, así como a intensificar otras actividades ilícitas. Existe la posibilidad de que la estrategia de atender las causas sociales comience a mostrar resultados modestos, pero su impacto total tomará más tiempo.
Mediano plazo (3-5 años). La fragmentación de los cárteles podría generar grupos más pequeños y descentralizados, lo que dificultaría su combate. Es posible que se intensifique la lucha por el control territorial, con un aumento de la violencia en ciertas regiones. La efectividad de la estrategia gubernamental dependerá de su continuidad y de la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. Se desea ver mayor avance en los programas sociales que atacan las causas raíz de la violencia.
Largo plazo (más de 5 años). El escenario ideal sería una reducción significativa de la violencia y del poder de los cárteles, lograda mediante una combinación de estrategias de seguridad y programas sociales. Sin embargo, también existe la posibilidad de que los cárteles se adapten y evolucionen, encontrando nuevas formas de operar y mantener su poder. La relación bilateral con Estados Unidos impactará fuertemente en este plazo, en cuanto al flujo de armas y drogas. Un factor determinante será la consolidación de instituciones sólidas y un Estado de derecho efectivo, que permitan combatir la corrupción y la impunidad.
CONSIDERACIONES ADICIONALES
El combate al narcotráfico requiere una estrategia integral que abarque desde la prevención del consumo de drogas hasta la cooperación internacional y la reforma del sistema de justicia. Es fundamental abordar las causas estructurales de la violencia, como la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades. La participación de la sociedad civil es crucial para construir una cultura de paz y legalidad.
EL CAMBIO EN LA COMPOSICIÓN DE DROGAS
El cambio en la composición de las drogas, con un aumento de sustancias sintéticas y químicas peligrosas, podría tener un impacto en los cárteles, aunque no necesariamente de la forma en que se podría esperar a simple vista. Aquí explicamos algunas posibles consecuencias.
CAMBIOS EN LA PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN
Mayor rentabilidad. Las drogas sintéticas, como el fentanilo, son más baratas y fáciles de producir que las drogas derivadas de plantas. Esto puede aumentar la rentabilidad de los cárteles, incluso si el número de consumidores se reduce.
Nuevas rutas y mercados. La producción de drogas sintéticas no depende de cultivos específicos, lo que permite a los cárteles operar en nuevas regiones y establecer nuevas rutas de distribución.
Mayor peligrosidad. La alta potencia y toxicidad de las drogas sintéticas aumentan el riesgo de sobredosis y otros problemas de salud. Esto podría generar una mayor presión social y política para combatir el narcotráfico.
IMPACTO EN LOS CONSUMIDORES
Mayor riesgo para la salud. Las drogas sintéticas son extremadamente peligrosas para la salud. Esto puede llevar a un aumento de las muertes por sobredosis y otros problemas de salud relacionados con las drogas.
Cambio en los patrones de consumo. La disponibilidad de drogas sintéticas baratas y potentes podría cambiar los patrones de consumo, con un aumento del consumo de estas sustancias en detrimento de las drogas tradicionales.
POSIBLES EFECTOS EN LOS CÁRTELES
Diversificación. Los cárteles podrían diversificar aún más sus actividades, invirtiendo en la producción y distribución de drogas sintéticas y otros productos ilícitos.
Competencia. La producción de drogas sintéticas requiere menos infraestructura y recursos que la producción de drogas tradicionales, lo que podría aumentar la competencia entre los cárteles.
Mayor dificultad para el control. La naturaleza de las drogas sintéticas hace más difícil su control, por el bajo volumen y alta ganancia que producen.
El cambio hacia drogas sintéticas presenta nuevos desafíos y oportunidades para los cárteles. Si bien la mayor peligrosidad de estas sustancias generará una mayor presión para combatir el narcotráfico, los cárteles se adaptarán y encontrarán nuevas formas de mantener su poder y rentabilidad.