ESCÁNDALOS Y PERFILES CUESTIONABLES EN LA ELECCIÓN JUDICIAL
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Miércoles 23 de abril de 2024
En los 25 días que van de campaña rumbo a la primera elección judicial han destacado más los escándalos en torno de algunas o algunos candidatos que sus propuestas. Desde cuestionables antecedentes de tipo penal, lazos con personajes de penosa reputación y hasta francas violaciones a las reglas establecidas para hacer proselitismo.
La lista de 4 mil 224 personas en busca de alguno de los 881 cargos en disputa, de jueces, magistrados y ministros podría verse reducida en los próximos días si el Consejo General del INE determina anular las que han sido impugnadas por no cumplir con los requisitos constitucionales o los establecidos en las convocatorias correspondientes.
Ya hasta el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, se ha pronunciado por la cancelación de las candidaturas de los que se cuenta con la certeza de haber sido defensores de narcotraficantes. Solicitó al INE que proceda en consecuencia, no obstante que son parte de las listas aprobadas por el Poder Legislativo.
Queda claro, entonces, que en el proceso de selección se les colaron perfiles por cuyos antecedentes no deberían figurar en las boletas que serán entregadas a los electores en alguno de los 83 mil centros de votación, el próximo primero de junio.
Encima, ya se cuenta con tres expedientes de solicitudes de protección y seguridad, cuyas identidades no han sido reveladas, por los mismos motivos. Éstas, fueron turnadas a la Secretaría de Seguridad federal para que determine si se apoyará a los solicitantes y en qué medida, es decir, con cuántos elementos y qué cantidad de unidades, según la valoración del riesgo que pudieran estar corriendo.
Cuando uno conversa con candidatas y candidatos que sí están preparados y tienen experiencia de trabajo al interior de los tribunales, independientemente de sus perfiles personales, existen denominadores comunes. Coinciden en que la mayoría de la población no está enterada de la proximidad de las elecciones, tienen poco interés por investigar al respecto y, ellos, los candidatos, están concientes de que en el futuro habrán de modificarse las reglas del juego, so pena de que en la nueva integración del Poder Judicial lleguen a los cargos personas con escasa o nula preparación y experiencia para ejercerlos o que de plano estén vinculados a partidos o poderes fácticos.
Y PARA INICIADOS:
¿Qué puede prometer una candidata o un candidato a juez, magistrado o ministro? Nada. Únicamente, que si llegan al cargo actuarán con apego a la legalidad y de manera imparcial. Y eso no tendrían ni por qué prometerlo. Se supone que constitucionalmente es lo que están obligados a hacer. Todo lo demás, que si serán juzgadores cercanos a los justiciables, de puertas abiertas, si lucharán porque se acaben el nepotismo y la corrupción, que si serán ministras o ministros del pueblo, no es más que demagogia. Y todavía hay más señalamientos por hacer, pero de eso hablaré en otra ocasión.
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