UN FRENTE COMÚN CONTRA LAS ADICCIONES EN MORELOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 24 de abril de 2025
En Morelos, los datos son alarmantes: un estudio de la Facultad de Psicología de la UAEM revela que el consumo de alcohol comienza a los 12 años. Este no es un simple número, sino el reflejo de una crisis que afecta a nuestras familias y comunidades.
Más grave aún, el 60% de los homicidios en el estado están relacionados con el consumo de alcohol y drogas. Estas cifras evidencian una realidad que no podemos ignorar y exigen una respuesta inmediata. La gobernadora Margarita González Saravia ha tomado cartas en el asunto, encabezando la instalación del Consejo Estatal contra las Adicciones para reforzar las acciones preventivas y enfrentar este desafío de manera integral.
La mandataria ha sido clara: la solución no recae únicamente en el gobierno, sino en una alianza que involucre a toda la sociedad. Organizaciones civiles, asociaciones especializadas en adicciones, padres de familia, centros de rehabilitación y dependencias como Educación, Salud, Cultura y el DIF deben trabajar de la mano.
Este enfoque colaborativo busca no solo prevenir el consumo de sustancias desde edades tempranas, sino también atender a quienes ya enfrentan problemas de adicción. La propuesta es ambiciosa pero necesaria: un plan conjunto con metas claras, acompañado de un seguimiento constante para garantizar resultados tangibles.
La prevención, sin duda, es el pilar de esta estrategia. Educar a los jóvenes sobre los riesgos del consumo de alcohol y drogas, fomentar entornos familiares y escolares que promuevan valores y actividades positivas, y ofrecer alternativas culturales y deportivas son pasos clave. Sin embargo, también es crucial fortalecer los centros de rehabilitación y garantizar que las personas que luchan contra las adicciones reciban apoyo integral. La cultura y la educación, como lo destacó la gobernadora, pueden ser herramientas poderosas para transformar comunidades y alejar a las nuevas generaciones de las sustancias.
El camino no será fácil, pero la instalación del Consejo Estatal contra las Adicciones marca un punto de inflexión. Morelos tiene la oportunidad de convertirse en un ejemplo de cómo la unión de esfuerzos puede combatir un problema tan complejo.
Es momento de que todos —gobierno, sociedad y familias— asumamos nuestra responsabilidad. Proteger a nuestra juventud y reducir la violencia ligada a las adicciones no, no es solo una meta, es una obligación. Con voluntad, compromiso y trabajo conjunto, podemos construir un Morelos más seguro y saludable para todos.