EL PERFIL DEL NUEVO PAPA PARA UNA IGLESIA EN TIEMPOS DE CAMBIO
LA CRÓNICA DE MORELOS. Lunes 28 de abril de 2025.
EDITORIAL
El cónclave que iniciará el 7 de mayo de 2025 en el Vaticano tiene la monumental tarea de elegir al sucesor del Papa Francisco, un líder cuya sencillez, compromiso con los pobres y apertura al diálogo dejaron una huella imborrable.
El nuevo pontífice deberá ser un pastor capaz de unir a una Iglesia marcada por divisiones ideológicas entre sectores progresistas y conservadores, al tiempo que enfrenta desafíos globales como la secularización, la pérdida de fieles y las tensiones geopolíticas. Deberá combinar una profunda espiritualidad con habilidades diplomáticas, siendo un puente entre tradición y modernidad, manteniendo la doctrina católica mientras dialoga con un mundo diverso. Su liderazgo moral debe inspirar confianza en los 1,400 millones de católicos, promoviendo la justicia social, la inclusión y la defensa de los vulnerables, como lo hizo Francisco.
El próximo Papa necesitará experiencia pastoral y una visión global, dado que la Iglesia es cada vez más diversa, con un creciente número de fieles en África, Asia y América Latina. Deberá abordar cuestiones espinosas como el rol de las mujeres, la acogida a las comunidades LGBTQ+ y el celibato sacerdotal, sin alienar a los sectores más tradicionales. Además, debe ser un comunicador carismático, capaz de conectar con los jóvenes y contrarrestar la desinformación que afecta a la Iglesia, como señalan reportes recientes sobre el cónclave. Un líder joven o de mediana edad podría garantizar un pontificado largo y dinámico, pero los cardenales podrían optar por un candidato de mayor edad para un mandato más breve y de transición, como ocurrió con Benedicto XVI.
Entre los cardenales favoritos, destacan cuatro nombres. Pietro Parolin (Italia, 70 años), secretario de Estado, es un diplomático moderado, visto como un continuador de Francisco por su enfoque pragmático. Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años), carismático y progresista, podría convertirse en el primer Papa asiático, con un enfoque pastoral inclusivo. Matteo Zuppi (Italia, 69 años), arzobispo de Bolonia, es un progresista cercano al estilo de Francisco, conocido por su labor social. Peter Turkson (Ghana, 76 años), podría ser el primer Papa africano, con un perfil conservador pero sensible a temas de justicia social. Estos “papables” reflejan la diversidad de la Iglesia, pero, como dice el adagio vaticano, “quien entra al cónclave como Papa, sale como cardenal”.
El cónclave, con 134 cardenales electores (tras las bajas por salud de Antonio Cañizares y Vinko Puljić), requerirá al menos 90 votos (dos tercios) para elegir al nuevo Papa, según las normas de la constitución Universi Dominici Gregis. Este proceso secreto, realizado en la Capilla Sixtina, estará marcado por negociaciones y la búsqueda de consenso en un Colegio Cardenalicio donde el 80% de los electores fueron nombrados por Francisco, lo que sugiere una inclinación hacia la continuidad. El mundo observará la fumata blanca, esperando un líder que no solo guíe a la Iglesia, sino que inspire a la humanidad en un momento de incertidumbre global.