PARIDAD EN MORELOS: UN PASO ADELANTE, DOS ATRÁS
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 30 de junio de 2025
En Morelos, la lucha por la paridad de género en los ayuntamientos ha dado un giro histórico, pero no exento de controversia. La reciente reforma electoral aprobada por el Congreso local hace unos días promete que, para las elecciones de 2027, al menos 19 de los 36 municipios tengan alcaldesas, un salto significativo frente al magro ocho por ciento actual.
Sin embargo, este avance, que debería ser motivo de celebración, levantó polvo entre activistas, feministas y ciudadanos que vieron en la letra chica un retroceso disfrazado de progreso.
Esta historia comenzó con una sentencia del Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM) en 2024, que ordenó al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) garantizar la paridad en los ayuntamientos. El Impepac respondió con ambición: reservó 21 municipios, incluyendo pesos pesados como Cuernavaca y Jiutepec, exclusivamente para candidaturas femeninas en 2027.
Era un mensaje claro: la deuda histórica con las mujeres, que representan el 51 por ciento de la población pero han gobernado menos del 15 por ciento de los municipios, debía saldarse. Sin embargo, el Congreso, liderado por figuras como el diputado Daniel Martínez Terrazas (PAN), dio un volantazo. La reforma aprobada redujo los municipios reservados para mujeres a solo 11, excluyendo a Cuernavaca, Jiutepec y otros con nula o escasa historia de liderazgo femenino.
En su lugar, se crearon bloques de municipios con reglas de paridad más flexibles, donde los partidos decidirán candidaturas bajo el criterio de “50 y 50 por ciento”, siempre que no excedan la mitad más uno de un solo género. Además, se introdujo una alternancia de género a partir de 2030, un mecanismo que suena prometedor, pero cuya efectividad está por verse.
Las críticas no se hicieron esperar. Activistas como Perla Pedroza acusaron al Congreso de incumplir la sentencia del TEEM, mientras colectivas feministas señalaron que excluir a Cuernavaca –nunca gobernada por una mujer– huele a cálculo político. No ayuda que Martínez Terrazas, aspirante a la alcaldía de la capital, haya estado en el ojo del huracán, con pancartas que lo tildan de “machista”.
Sumado a esto, la eliminación del Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos, aprobada en el mismo paquete legislativo, fue vista como una afrenta directa a los derechos de las mujeres.
A pesar de todo, la reforma asegura un mínimo de 19 alcaldesas en 2027, un avance innegable en un estado donde solo Gloria Peña Benítez rompió el techo de cristal en 1955. Pero la paridad no puede ser solo un número; debe ser un compromiso real.
Mientras los cabildos deciden si ratifican la reforma y las impugnaciones legales se acumulan, Morelos enfrenta una encrucijada: o consolida un futuro de igualdad política o permite que intereses partidistas sigan poniendo freno a la justicia de género. La mazorca está desgranada; ahora toca decidir si la cosecha será para todos.