EL ATENTADO EN CUAUTLA: UN REFLEJO DE LA INSEGURIDAD PERSISTENTE
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 3 de julio de 2025
La tarde de este miércoles 2 de julio, Cuautla se vio sacudida por un nuevo episodio de violencia. Alfredo Escalona Arias, recientemente nombrado secretario general del Ayuntamiento, fue víctima de un ataque armado frente a las oficinas del Sistema Operador de Agua Potable y Saneamiento (SOAPSC). Según reportes, Escalona recibió al menos tres impactos de bala —en el abdomen, la muñeca y el hombro— mientras abordaba su vehículo. Aunque su estado de salud se reporta como estable tras ser trasladado al hospital del IMSS, el atentado subraya la grave crisis de inseguridad que azota la región oriente de Morelos. Este incidente no es aislado, sino parte de una ola de violencia que parece no ceder, a pesar de las promesas de las autoridades.
En mayo de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum visitó Cuautla y reconoció la crítica situación de inseguridad, anunciando el fortalecimiento de la estrategia de seguridad con la llegada de 600 elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. Además, se estableció un Mando Coordinador que integra a instituciones federales, estatales y municipales para combatir los delitos de alto impacto. Sin embargo, la persistencia de actos violentos, como el ataque a Escalona Arias, evidencia que estas medidas no han logrado contener la escalada delictiva. Apenas días antes, el 29 de junio, un ataque en la plaza 12 de Octubre en Tetelcingo dejó tres mujeres asesinadas, lo que refleja la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad en la región.
El contexto de este atentado se agrava por las acusaciones que pesan sobre el alcalde de Cuautla, Jesús Corona Damián. La Fiscalía General de la República (FGR) lo investiga por presuntos nexos con grupos criminales, tras la difusión de un video en el que aparece junto a Júpiter Araujo, identificado como operador del Cártel de Sinaloa en la zona oriente. Esta situación generó desconfianza en la ciudadanía, que percibe una colusión entre autoridades y delincuencia. Corona, quien asumió el cargo en enero de 2025 tras una coalición PAN-PRI-PRD, ha enfrentado críticas no solo por su presunta relación con el crimen organizado, sino también por la falta de resultados concretos en materia de seguridad, lo que debilita aún más la gobernabilidad en el municipio. Sume usted infinidad de hechos de corrupción cometidos por funcionarios municipales, lo cual descompone todavía más el escenario.
La región oriente de Morelos se ha convertido en un caldo de cultivo para la delincuencia, donde la impunidad y la falta de oportunidades económicas y sociales propician la proliferación de grupos criminales. Según el secretario de Seguridad Pública de Morelos, Miguel Ángel Urrutia, al menos 40 generadores de violencia operan en Cuautla, muchos de ellos jóvenes de entre 16 y 19 años. Esta situación no es exclusiva de Cuautla; municipios como Ayala y Yautepec también enfrentan un aumento en delitos de alto impacto, desde homicidios hasta secuestros exprés. La ausencia de una estrategia integral que combine prevención, inteligencia y combate efectivo al crimen organizado perpetúa este ciclo de violencia, afectando tanto a funcionarios como a la población en general.
¿Hacia dónde va Cuautla? El atentado contra Alfredo Escalona Arias no es solo un ataque a un funcionario, sino el desafío directo a las instituciones y a la esperanza de los cuautlenses de vivir en paz. La región oriente de Morelos enfrenta una crisis estructural que no se resolverá únicamente con el despliegue de fuerzas federales o comunicados de condena. Es imprescindible una estrategia que aborde las causas profundas de la violencia, como la desigualdad, la corrupción y la impunidad. Mientras las autoridades no logren desmantelar las redes criminales y restablecer la confianza ciudadana, Cuautla y sus alrededores seguirán atrapados en un círculo vicioso donde la inseguridad es la norma y la tranquilidad, una excepción. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se romperá este caldo de cultivo que alimenta la delincuencia?