Hernán Bermúdez Requena y su relación con el crimen organizado: la advertencia ignorada por Adán Augusto López Hernández
En 2018, Adán Augusto López Hernández, entonces gobernador electo de Tabasco, fue advertido sobre los vínculos de su amigo de juventud, Hernán Bermúdez Requena, con el crimen organizado.
Un grupo de consultores contratados para elaborar un programa de seguridad para su administración señaló que Bermúdez aparecía como “persona de interés” en una base de datos de inteligencia federal relacionada con actividades delictivas. A pesar de esta alerta, López Hernández decidió ignorar la información y, en diciembre de 2019, nombró a Bermúdez como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de Tabasco, un cargo clave para combatir la delincuencia en el estado. Esta decisión generó cuestionamientos sobre la posible complicidad o negligencia del exgobernador, hoy senador de Morena. Los señalamientos contra Bermúdez Requena no eran nuevos. Desde 2019, informes de inteligencia militar, filtrados posteriormente por el colectivo Guacamaya Leaks en 2022, vinculaban al exfuncionario con el grupo criminal “La Barredora”, una célula asociada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Identificado con el alias de “Comandante H”, Bermúdez fue acusado de liderar operaciones delictivas como tráfico de drogas, extorsión, robo de combustible y trata de personas, mientras ocupaba cargos de alto nivel en la seguridad pública de Tabasco. A pesar de estas acusaciones, Bermúdez no solo mantuvo su puesto durante el gobierno de López Hernández, sino que también fue ratificado por el gobernador interino Carlos Manuel Merino hasta enero de 2024, cuando la escalada de violencia en el estado forzó su renuncia.
La relación entre Adán Augusto López y Hernán Bermúdez se remonta a décadas atrás, cuando ambos coincidieron en la administración de Manuel Gurría Ordóñez (1992-1994), donde López fue subsecretario de Gobierno y Bermúdez ocupó cargos en seguridad pública. Esta cercanía personal y política parece haber influido en la decisión de López Hernández de desestimar las advertencias sobre los nexos criminales de su amigo. En 2022, tras las filtraciones de Guacamaya, López Hernández, entonces secretario de Gobernación, calificó los informes de inteligencia como “fantasías” y “chismes”, negando cualquier vínculo de Bermúdez con el crimen organizado. Esta postura defensiva ha sido criticada por el actual gobernador de Tabasco, Javier May, quien señaló que era “vox pópuli” que Bermúdez lideraba “La Barredora” y acusó a las administraciones anteriores de permitir el arraigo del crimen organizado en el estado.
Actualmente, Hernán Bermúdez Requena es prófugo de la justicia, con una orden de aprehensión emitida el 14 de febrero de 2025 por la Fiscalía General del Estado de Tabasco, acusado de delitos como delincuencia organizada, extorsión y narcotráfico. Se cree que huyó a Panamá, España y posiblemente Brasil, y es buscado por Interpol.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum ha descartado que exista una investigación formal contra Adán Augusto López por este caso, aunque las sospechas sobre su posible encubrimiento o negligencia persisten. La gestión de López Hernández en Tabasco, marcada por el fortalecimiento de “La Barredora” bajo el mando de Bermúdez, ha dejado un legado de cuestionamientos sobre la responsabilidad de las autoridades en la lucha contra el crimen organizado y la seguridad pública en el estado.