PERSONAJES DE DUDOSA REPUTACIÓN EN MORENA: UN DESAFÍO PARA LA CUARTA TRANSFORMACIÓN
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 21 de julio de 2025
La Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Morena, celebrada este 20 de julio, puso en el centro del debate un tema que inquieta a la militancia: la incorporación de personajes con antecedentes cuestionables al partido.
Las adhesiones de figuras provenientes de otras fuerzas políticas, como exmiembros del PRI o del PAN, han generado un malestar creciente entre las bases, que ven en estas inclusiones una amenaza a los principios fundacionales de Morena.
Casos como el de Miguel Ángel Yunes Márquez, cuya afiliación fue rechazada tras críticas internas, o las inconformidades por figuras como Alejandro Murat, evidencian un problema estructural: la apertura del partido a nuevos militantes no siempre garantiza la alineación con los valores de la Cuarta Transformación. Este fenómeno desató tensiones que, de no ser abordadas, fracturarán la unidad que tanto defiende el movimiento.
Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, fue contundente en su mensaje durante la sesión. Subrayó que el partido no protegerá a nadie, militante o no, que incurra en actos de corrupción o traicione los principios de justicia y verdad que rigen al movimiento. “Morena no protege a persona alguna que se desvíe de esos principios; deberán responder por sus actos, y será la autoridad quien determine su responsabilidad”, afirmó. Su postura, indudablemente, pretende responder a las críticas por casos como el de Adán Augusto López, señalado por presuntos nexos con el crimen organizado a través de su excolaborador en Tabasco, Hernán Bermúdez.
Alcalde propuso la creación de una Comisión Evaluadora de Incorporaciones para filtrar a nuevos militantes, asegurando que solo aquellos con convicción y sin antecedentes cuestionables sean admitidos, una medida que pretende calmar el descontento y reforzar la identidad ideológica del partido.
Por su parte, Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, hizo un llamado enérgico a cerrar filas y evitar que Morena se convierta en una “puerta giratoria para el oportunismo”. Reconoció que algunas tensiones políticas provienen de los propios cuadros del partido y advirtió que no habrá espacio para quienes prioricen ambiciones personales sobre la unidad del movimiento. “Ser un auténtico morenista es asumir un compromiso ético con el pueblo y la justicia”, expresó, enfatizando la necesidad de una Comisión de Evaluación que garantice que las nuevas incorporaciones sumen al proyecto sin contaminarlo.
La mención de nombres como Yunes por parte de los consejeros, con gritos de “¡Fuera Yunes!”, reflejó la indignación de la militancia ante la llegada de figuras con pasados polémicos, un sentimiento que Durazo busca canalizar hacia una mayor vigilancia interna.
El desafío para Morena es claro: o se “sacude” a estos personajes de dudosa reputación, o la inconformidad seguirá creciendo entre una militancia que, aunque leal, guarda silencio por temor a represalias o a debilitar el proyecto de Claudia Sheinbaum. La creación de la Comisión Evaluadora, integrada por Alcalde, Durazo, Carolina Rangel, Armando Bartra y Epigmenio Ibarra, es un paso hacia la transparencia, pero su eficacia dependerá de su capacidad para actuar con imparcialidad y firmeza.
Mientras Morena busca consolidar su estructura territorial rumbo a 2027, el manejo de estas controversias será insoslayable para mantener la confianza de las bases y evitar que las fisuras internas se conviertan en una crisis mayor. La lealtad a los principios, como insistieron Alcalde y Durazo, debe ser el eje que guíe al partido, pero el reto está en pasar de las palabras a los hechos en un contexto político cada vez más complejo.