CRECIENTE AMENAZA DEL CRISTAL EN MORELOS: UNA CRISIS QUE AFECTA A LA INFANCIA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 14 de agosto de 2025
La consolidación de la metanfetamina, conocida como cristal o ice, como una de las drogas más consumidas en Morelos, solo superada por la marihuana y la cocaína, representa una alarmante crisis de salud pública. Según datos de la Facultad de Psicología de la UAEM, el inicio en el consumo de sustancias como alcohol, tabaco y drogas en el estado ocurre, en promedio, a los 12 años. Sin embargo, el reporte del secretario de Salud, Mario Ocampo Ocampo, revela un panorama aún más preocupante: niños menores de 11 años ya están consumiendo cristal, evidenciando la penetración del crimen organizado en las infancias.
El consumo de cristal no solo deteriora la salud física y mental de quienes lo usan, sino que también alimenta un ciclo de violencia en Morelos. La distribución de esta droga sintética está controlada por grupos criminales, lo que vincula directamente su consumo con actividades delictivas. Esta relación entre adicciones y violencia agrava la inseguridad en nuestra entidad, afectando no solo a los consumidores, sino también a sus familias y comunidades, que enfrentan las consecuencias de un problema que pudiera extenderse sin control.
La situación exige una respuesta inmediata y coordinada. El fortalecimiento del tejido social es fundamental para contrarrestar la influencia de estos grupos criminales, pero no es suficiente. Es imprescindible implementar estrategias integrales en todas las escuelas de Morelos, enfocadas en la prevención y la educación sobre los riesgos del consumo de drogas. Programas que promuevan valores, actividades recreativas y apoyo psicológico pueden ser clave para proteger a los niños y adolescentes de caer en las redes del crimen organizado y las adicciones.
Solo faltaba esto: que el crimen organizado no solo reclute a adolescentes (casi niños) para sus filas, sino que ahora también dirija sus esfuerzos a los más pequeños, inclinándolos al consumo de sustancias como el cristal. La gravedad de esta crisis demanda una acción urgente y articulada entre autoridades, instituciones educativas y la sociedad civil. Si no se actúa con rapidez, el futuro de las nuevas generaciones en Morelos estará aún más comprometido, atrapado en un círculo vicioso de adicciones y violencia que amenaza con perpetuarse.