EL REGRESO DE JORGE ARGÜELLES: UN POLÍTICO RESILIENTE EN MORELOS
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 19 de septiembre de 2025
La política morelense es un tablero donde las lealtades cambian con el viento, y pocos lo saben mejor que Jorge Argüelles Victorero. En 2021, este político de trayectoria sólida —ex diputado federal, ex subsecretario de Operación Política del PRI y ex presidente del PES-Morelos— enfrentó un revés en su búsqueda por la alcaldía de Cuernavaca.
Como candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena, PES-Morelos y Nueva Alianza), Argüelles parecía encaminado a conquistar la capital, con encuestas como la de De la Heras Demotecnia dándole un 37% de intención de voto. Sin embargo, un “fuego amigo” desde el interior de Morena, liderado por la corriente del “rabinismo” de Rabindranath Salazar Solorio, ex subsecretario de Gobernación federal, impulsó a José Luis Urióstegui Salgado, del PAN-PSD, quien se alzó con la victoria por más de 9 mil votos. No es secreto que el “rabinismo” operó con precisión quirúrgica en 2021.
Figuras prominentes de Morena, alineadas con Salazar Solorio, canalizaron su apoyo hacia Urióstegui, un ex procurador de mano firme que capitalizó el “voto diferenciado” y el desencanto con las pugnas internas de la 4T en Morelos.
Mientras Cuauhtémoc Blanco, entonces gobernador, respaldaba a Argüelles, el electorado castigó las divisiones internas, entregando la alcaldía al PAN y un escaño federal al desconocido Jorge Alberto Barrera Toledo, de Morena (hoy coordinador de Movilidad y Transporte).
Argüelles, lejos de rendirse, asumió con dignidad su derrota, consciente de que en política, como en la vida, los reveses son solo pausas estratégicas. Hoy, en 2025, Argüelles regresa con un perfil renovado. Tras su paso como cónsul de México en Douglas, Arizona, donde fortaleció lazos con comunidades migrantes, el político ha retomado su vocación de servicio en Morelos.
En columnas publicadas en medios como El Heraldo de México, ha reflexionado sobre temas cruciales: desde la crisis de desapariciones —con más de 126 mil casos nacionales— hasta propuestas de reformas electorales que fortalezcan la democracia.
Su anuncio en julio de 2025 de buscar una diputación federal, con miras a la gubernatura en 2027, muestra su compromiso con un Morelos que, bajo el gobierno de Margarita González Saravia, busca superar los lastres de la inseguridad y el desencanto político.
Argüelles no es un improvisado. Su experiencia legislativa (2018-2021) lo vio impulsar iniciativas de impacto social, y su cercanía con la 4T de Claudia Sheinbaum lo posiciona como un contendiente serio en un estado donde Morena arrasó en 2024 con 21.1% de los votos y nueve escaños locales.
Frente a los retos de Morelos —donde 18 de 36 municipios enfrentan extorsión del crimen organizado, según el obispo Ramón Castro—, Argüelles propone soluciones pragmáticas: foros de seguridad, incentivos para deudores del predial y un enfoque en la cohesión social.
El “fuego amigo” de 2021 no lo doblegó; al contrario, lo fortaleció. Jorge Argüelles Victorero regresa no como un “ex” de tantas cosas, sino como un político maduro, con la resiliencia de quien conoce el terreno y la humildad de quien ha aprendido de las urnas. En un Morelos que clama por liderazgo, su apuesta por 2027 es una promesa de trabajo conjunto, sin rencores, para devolverle a Cuernavaca y al estado el brillo que merecen. Habremos de ver si los morelenses le dan esa oportunidad. A ver.