EL CLAMOR PRESUPUESTAL DE LA UAEM: UN PASO AUDAZ HACIA EL RESCATE EDUCATIVO
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 25 de septiembre de 2025
En las entrañas del Palacio Legislativo de San Lázaro, epicentro de las decisiones financieras que moldean el futuro de México, la rectora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Viridiana Aydeé León Hernández, desplegó una ofensiva estratégica contra el precarismo que ahoga a su institución. Como presidenta de la Región Centro-Sur de la ANUIES, presentó ante la diputada Marilyn Gómez Pozos, al frente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, una propuesta contundente: elevar en un 5% el subsidio federal para universidades públicas estatales en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2026, inyectando 12 mil 100 millones de pesos a nivel nacional. No se trata de un capricho aritmético, sino de un salvavidas para la UAEM, que arrastra un déficit histórico de 1,682 millones de pesos, agravado por una matrícula que ha explotado un 81.9% en cinco años –hasta 41 mil estudiantes– y un presupuesto 2025 de apenas 6,437 millones que ignora inflación, pensiones y expansión.
León Hernández no escatimó en argumentos: su universidad genera anualmente 2 millones de consultas, 1,500 proyectos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el servicio comunitario de 450 mil estudiantes, recordándonos que estas casas de estudios no son gastos, sino motores de equidad social, cultural y económica en regiones como Morelos.
La precariedad de la UAEM es un espejo del abandono sistémico a la educación superior estatal, donde el crecimiento sin respaldo ha forzado austeridades extremas, mesas de diálogo interminables y gestiones desesperadas por 250 millones extras solo para cerrar 2025. Gómez Pozos, con su promesa de una “discusión responsable” en un PEF que rozará los 10 billones, evocó precedentes como los 47.1 millones adicionales del año pasado, abriendo la puerta a fondos focalizados para infraestructura y pensiones.
Esta reunión trasciende lo local: es un llamado nacional a priorizar la gratuidad educativa sobre recortes, evitando que la deserción y el rezago conviertan a Morelos en un oasis de potencial desperdiciado.Y mientras el Congreso delibera, la comunidad universitaria –desde sindicatos hasta alumnos– observa con esperanza contenida. Si el 2026 marca este incremento, no solo se rescatará la UAEM de su sempiterno ahogo, sino que se forjará un precedente para transformar la precariedad en prosperidad real. México, que clama por justicia educativa, no puede permitirse más promesas evaporadas.