Nueva alerta de la OMS por aparición del MERS-CoV en humanos, no solo en camellos de los Emiratos Árabes Unidos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado la alerta por un caso de coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) en un hombre de 28 años de la ciudad de Al Ain en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos).
El caso no tenía antecedentes de contacto directo o indirecto con dromedarios, cabras u ovejas e ingresó en el hospital el pasado ocho de junio. Según informa la OMS, los 108 contactos identificados han sido monitoreados durante 14 días desde la última exposición al paciente diagnosticado, pero no se han detectado casos secundarios hasta la fecha.
Con este ya son 94 los casos confirmados en Emiratos Árabes Unidos desde julio de 2013. A nivel mundial, el número total de casos confirmados de MERS-CoV notificados a la OMS desde 2012 es de 2.605, incluidas 936 muertes asociadas.
Virus con alta mortalidad
El síndrome respiratorio de Oriente Medio es una enfermedad respiratoria aguda grave causada por el coronavirus identificado como MERS-CoV. La infección por este patógeno fue identificada por primera vez en septiembre de 2012 en Arabia Saudita en un paciente de 60 años que falleció por insuficiencia respiratoria.
La infección puede cursar de forma grave en los seres humanos y aproximadamente el 35 por ciento de los pacientes con MERS-CoV han muerto. Sin embargo, la OMS señala que este dato puede tratarse de una sobreestimación de la verdadera tasa de mortalidad, ya que los sistemas de vigilancia existentes pueden pasar por alto los casos más leves. Hasta que se sepa más sobre la enfermedad, las tasas de letalidad se cuentan solo entre los casos confirmados por laboratorio notificados a la OMS.
Transmisión zoonótica
Por su parte, los camellos dromedarios son el reservorio del MERS-CoV a partir del cual se produce la transmisión zoonótica. A su vez, la evidencia serológica indica que los virus similares han estado circulando en estos animales durante al menos tres décadas.
La mayoría de las infecciones humanas se han asociado al contacto directo con camellos y dromedarios (25 por ciento infección primaria) o con otros pacientes previamente infectados por el MERS-CoV (45 por ciento infección secundaria), aunque todavía existe un grupo importante de pacientes en los que no se ha podido establecer ninguna relación con estas dos fuentes de infección.
En este sentido, la transmisión no sostenida de persona a persona observada se ha producido entre contactos cercanos y en entornos de atención médica.
A pesar del tiempo transcurrido desde el diagnóstico del primer caso de infección por el MERS-CoV no se dispone de ningún tratamiento antiviral específico que haya demostrado una eficacia clínica relevante. Están en marcha una gran cantidad de ensayos clínicos con diferentes fármacos, pero los datos disponibles no aportan todavía resultados definitivos o concluyentes.
Península arábiga
La mayoría de los casos notificados a las OMS han ocurrido en países de la Península Arábiga. Fuera de esta región destaca el gran brote en la República de Corea, en mayo de 2015, durante el cual se informaron 186 casos confirmados por laboratorio (185 en la República de Corea y uno en China) y 38 muertes.
Por su parte, el MERS-CoV se ha detectado en dromedarios en varios Estados Miembros de la OMS de Oriente Medio, África y Asia Meridional. A pesar del escaso número de infecciones en seres humanos notificadas fuera de Oriente Medio, estudios recientes en poblaciones humanas con exposición profesional a los dromedarios indican que también se está produciendo una transmisión zoonótica en el continente africano.
Respuesta actual
En base al contexto actual y la información disponible, la OMS insiste en la importancia de vigilar y detectar las infecciones respiratorias agudas, incluido el MERS-CoV, y revisar cuidadosamente cualquier patrón inusual.
Dado que este último caso presenta una enfermedad grave pero no tiene comorbilidades ni antecedentes de exposición a camellos, productos crudos de camellos o caso humano MERS-CoV, la OMS recomienda secuenciar el virus y realizar un análisis genómico para detectar cualquier patrón inusual.
Fuente: Gaceta Médica