Incidente armado irrumpe la calma matutina en Ayala: disparan contra casa del dirigente ejidal de Cuautla
En un episodio que resalta la persistente inseguridad en puntos de la zona oriente, marcada por disputas territoriales y la influencia de grupos delictivos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el hogar del ingeniero Felipe de Jesús Muñíz Chavelas —actual presidente del Comisariado Ejidal de Cuautla— fue blanco de un violento ataque a tiros esta madrugada.
Este organismo, clave en la administración de tierras comunales en México bajo el régimen de ejidos, representa a cientos de familias en la región agrícola de Cuautla, donde temas como la distribución de recursos y conflictos por el uso del suelo han generado tensiones históricas.
El suceso tuvo lugar poco después de las 5:00 horas de este lunes 13 de octubre en la colonia Apatlaco Reforma, específicamente en la calle Canal Tenango, perteneciente al municipio de Ayala.
Según reportes iniciales de testigos y el propio Muñíz Chavelas, dos individuos a bordo de motocicletas se aproximaron al portón principal de la vivienda y descargaron al menos seis ráfagas de arma de fuego, antes de huir a toda velocidad.
Elementos policiacos que respondieron al llamado de emergencia vía el Centro de Coordinación (C5) contabilizaron alrededor de diez perforaciones en la fachada y el zaguán, junto con ocho casquillos percutidos en el pavimento, evidencia de un calibre posiblemente de pistola o escopeta.
A pesar de la intensidad del asalto, no se registraron heridos ni daños a personas en el interior de la propiedad, lo que evitó una tragedia mayor.
Muñíz Chavelas, quien asumió el cargo en abril de 2025 para el periodo 2025-2028 tras una elección interna en el ejido, relató a las autoridades haber sido alertado por el estruendo de las detonaciones mientras se preparaba para el día. Además, mencionó la existencia de cámaras de vigilancia en el sitio, cuyo material audiovisual podría ser crucial para identificar a los responsables y reconstruir la secuencia de eventos.
Rápidamente, agentes de la Policía Municipal acordonaron la zona para preservar la escena del crimen, permitiendo el acceso a peritos de la Fiscalía General del Estado de Morelos. Estos profesionales iniciaron de inmediato las inspecciones forenses, recolección de indicios y la apertura de una carpeta de investigación para indagar posibles vínculos con disputas locales o amenazas previas contra líderes comunitarios.
Hasta el momento, no se han reportado detenciones, y las autoridades mantienen reserva sobre hipótesis específicas, aunque el contexto de violencia en Morelos —donde en los últimos meses se han registrado ataques similares contra figuras públicas y transportistas— sugiere la necesidad de reforzar medidas de protección en comunidades rurales como esta.
El impacto en la vecindad fue inmediato: residentes de Apatlaco Reforma, un poblado agrícola dependiente de la producción de caña y hortalizas, expresaron pánico al ser despertados por los disparos, que resonaron como un recordatorio de la fragilidad de la rutina diaria en una región donde la inseguridad ha escalado en los últimos años. Algunos mencionaron que, en lugar de iniciar sus labores matutinas en los campos o mercados cercanos, optaron por resguardarse en sus hogares, demandando mayor presencia policial.
Este incidente se suma a una serie de eventos violentos en Ayala y Cuautla, incluyendo homicidios recientes en carreteras locales y agresiones a operadores de transporte, lo que ha intensificado las demandas de la ciudadanía por acciones concretas contra la delincuencia organizada.
Muñíz Chavelas, conocido en la comunidad por su labor en la defensa de los derechos ejidales y su participación en eventos culturales locales como corridos dedicados a su gestión, no emitió declaraciones públicas inmediatas, pero fuentes cercanas indican que colabora activamente con las investigaciones. Mientras tanto, el comisariado ejidal de Cuautla, que abarca miles de hectáreas de tierra colectiva, continúa operando bajo la sombra de esta amenaza, subrayando los riesgos que enfrentan los líderes rurales en un estado donde la agricultura y el crimen se entrecruzan de manera alarmante. Las autoridades estatales han prometido resultados pronto, pero la comunidad espera no solo justicia, sino un freno a la espiral de temor que afecta su cotidianidad.