RUMORES Y CHISMES: NAVEGANDO LA INCERTIDUMBRE EN EL SEXENIO DE MARGARITA GONZÁLEZ SARAVIA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 15 de octubre de 2025
Conforme transcurre el segundo año del sexenio de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, los grupos sociales con mayor sensibilidad política intensifican su búsqueda diaria de información veraz, esencial para calibrar decisiones que impacten su futuro.
En un contexto de transformaciones aceleradas, como las fusiones de secretarías y las alianzas internacionales anunciadas para 2025, el deseo de eludir errores es palpable. No obstante, persisten las trampas de los rumores y chismes, que distorsionan la percepción pública. La mandataria, con su profundo conocimiento de la “clase política” morelense —tanto en Morena como en la oposición—, navega estos turbulentos mares sin necesidad de alimentarse de ellos, priorizando hechos sobre especulaciones.
El estudio sociológico del rumor y el chisme gana relevancia en este sexenio, marcado por eventos como la salida de la secretaria de Hacienda, Mirna Zavala Zúñiga, envuelta en infinidad de versiones, o las negaciones categóricas sobre persecución al exfiscal Uriel Carmona Gándara. Estos fenómenos no son casuales; surgen en entornos de incertidumbre, donde la propaganda negra de grupos opositores busca erosionar la confianza en un gobierno enfocado en el desarrollo sostenible y la paz social.
Una definición concisa del rumor, compilada de autores como Allport y Postman, lo describe como “información que se propaga con rapidez, sin respaldo fáctico, impulsada por la ansiedad colectiva”. En el Morelos de 2025, esto se evidencia en las especulaciones sobre rearmes de gabinete, desmentidas repetidamente por el secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito, quien las califica de “chismes y grilla” ajenos a un liderazgo sólido. Tales narrativas no solo informan, sino que manipulan emociones para desestabilizar.
Los rumores germinan en tres condiciones clave: un evento de alto interés personal, como los ajustes administrativos que afectan carreras políticas; la ausencia de comunicados oficiales oportunos, que deja un vacío mediático; y un manto de incertidumbre, como las fusiones secretariales que han circulado en redes desde julio. En el caso de Morelos, estos elementos se alinean cuando opositores amplifican versiones sobre salidas forzadas o alianzas ocultas, previniendo así su detección temprana, que requiere vigilancia constante de canales digitales y tradicionales. Me parece que la administración ha salido al paso de la tergiversación de la realidad, difundiendo oportunamente las versiones oficiales.
El rumor prospera precisamente en el vacío comunicativo, donde la incertidumbre genera distorsiones en su transmisión, como una cadena defectuosa. En el actual sexenio, esto se acentúa con señales partidistas sobre posibles candidaturas para 2027, multiplicando la ambigüedad. La fórmula clásica —importancia del tema por la ambigüedad del mensaje— explica por qué los rumores sobre la estabilidad del gabinete han variado en intensidad, pero siempre en detrimento de la narrativa oficial de armonía y progreso.
Desde una perspectiva psicológica, los rumores nacen de necesidades individuales —ansiedad por el poder, miedo al cambio— y son explotados por impulsos emocionales manipulados vía propaganda negra. En Morelos, grupos de presión han intentado vincular a la gobernadora con “persecuciones políticas” inexistentes, negadas enfáticamente por ella misma, quien enfatiza que su administración no persigue a nadie. Estas tácticas revelan intereses subyacentes, más que hechos, y subrayan la necesidad de contrarrestarlas con transparencia.
A diferencia del rumor, centrado en eventos impersonales, el chisme apunta a individuos ausentes y se limita a círculos íntimos, como los susurros sobre la “mansión lujosa” de una funcionaria, desechados por la propia González Saravia como “politiquerías”. Mientras el rumor invade canales formales e informales, el chisme permanece interpersonal, pero ambos erosionan la cohesión social si no se abordan.
Para mitigar los rumores, la estrategia óptima radica en tres pilares: minimizar la incertidumbre mediante anuncios proactivos, como los planes para el STS Forum 2025 en Morelos; erosionar su credibilidad vía comunicados formales y efectivos; y fomentar diálogos regulares con comunicadores clave. Por ello, quienes rodean a Margarita deben reconocer su aversión a la intriga, las traiciones y las bajezas; es una líder íntegra y honesta. Los “grillos” morelenses, tentados por lo peor de la política sin escrúpulos, arriesgan errores irreversibles al subestimarla.