EL CLUB DE LOS GUINDAS INTOCABLES
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Miércoles 22 de octubre de 2025
Ha bastado un año de ejercicio gubernamental y nueve meses de presiones provenientes de los Estados Unidos para que se hayan ido destapando diferentes casos de corrupción y enriquecimiento ilícito, unos tan claros que no es posible esconderlos o minimizarlos y otros que, al menos, generan fuertes sospechas, donde están involucrados relevantes personajes de la cuarta transformación.
Es cierto que durante los sexenios anteriores se produjeron múltiples abusos y desfalcos a la Hacienda pública, ya bien en el periodo hegemónico del PRI, en su efímero regreso con Enrique Peña Nieto, o en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Ninguno se salva. Desde el extraordinario enriquecimiento de los presidentes salientes y sus cercanos colaboradores hasta los detalles sobre excesos en compras gubernamentales y tráfico de influencias.
Para ejemplos, quedarán en la historia las carísimas toallas de baño y la incursión en los negocios de los familiares de la entonces primera dama, en el gobierno de Fox. Las mansiones e inversiones de sus antecesores y familiares, como la icónica propiedad en la denominada “colina del perro”, las relaciones de García Luna con el narcotráfico y hasta el empantanado caso de los sobornos atribuidos a los exdirectores de Pemex, por mencionar solamente algunos.
A los mexicanos no sorprende que se sigan generando casos de corrupción, por décadas esa ha sido la tónica en el ejercicio del poder. Tampoco es novedad que algunos personajes de cierto nivel sean señalados y, algunos, procesados. Lo diferente, lo nuevo, es la protección a ciertos personajes. Se exigen pruebas para aceptar que se abran investigaciones, cuando precisamente las investigaciones son las que podrían demostrar culpabilidades o inocencias. En otras palabras, a esos personajes no se les investiga, por más evidencia documental o testimonial que se filtre a través de los medios de comunicación ni por las exigencias de la sociedad civil. Simplemente, no se les investiga ni se sanciona.
Eso sí, el juicio de la opinión pública y de los electores, morenistas o no, pesa sobre ellos. Ya no tienen certeza de volver a ser considerados en siguientes elecciones o para los más altos cargos en la administración federal. Destacan los casos de Andy, Adán Augusto y Noroña. Apenas hace unos meses todavía podían ser incluidos en la lista de posibles aspirantes a la candidatura presidencial. Hoy, sus posibilidades se han visto severamente reducidas, debido al deterioro de su imagen pública.
Eso nos hace cuestionarnos sobre si el caudal de filtraciones no provendrá desde adentro y arriba, no para llevarlos ante tribunales, pero sí para desacreditarlos, sacarlos de la jugada y, finalmente, someterlos. El club de los intocables guindas también podría ser, pues, el de los excluidos por el grupo hoy dominante.
Y PARA INICIADOS:
Ya rebasó México los cinco mil casos de Sarampión y más de seis mil sospechosos bajo observación. Chihuahua concentra la mayor parte de ellos. Sin embargo, esta enfermedad que se creía erradicada está presente en 25 estados de la República y 125 municipios. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), México encabeza la lista de fallecimientos por esta enfermedad en América Latina y es el segundo lugar de contagios a nivel mundial. Las autoridades mexicanas reconocen 23 muertes asociadas al Sarampión, pero esta cifra va a crecer en los próximos días. De todo esto hay responsables. Uno, premiado por su lealtad, hoy representa a México en la OMS, Hugo López-Gatell. Otro, dijo, descansando en su casa de Palenque. Veintitrés familias enlutadas por muertes que se debieron evitar. Pierda la esperanza, ninguno de los dos será llamado a rendir cuentas. Mientras, más gente seguirá contagiándose y, lamentablemente, muriendo.
La información es PODER!!!