DÍA DE MUERTOS COMO SALVAVIDAS TURÍSTICO: ¿MORELOS LISTO PARA UN CIERRE DE AÑO MILLONARIO?
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 23 de octubre de 2025
En el corazón de octubre, cuando el aroma a cempasúchil y copal impregna el aire, Morelos se transforma en un mosaico vivo de tradiciones ancestrales que prometen no solo honrar a los difuntos, sino también revitalizar la economía estatal. Con proyecciones de más de 220 mil visitantes y una derrama económica superior a los 73 millones de pesos, el Día de Muertos emerge como el as bajo la manga para un cierre de año ambicioso.
Daniel Altafi Valladares, secretario de Turismo, lo dejó claro en recientes declaraciones: estas festividades posicionan a Morelos como destino imperdible, donde la muerte se celebra con vida y color, atrayendo a familias enteras en busca de esa conexión mágica con lo eterno.
Tepoztlán, el encantador Pueblo Mágico enclavado entre cerros místicos, lidera la agenda con su Feria del Pulque y altares colectivos que fusionan lo prehispánico con lo contemporáneo. No lejos, en Cuernavaca, el INAHfest ilumina el Palacio de Cortés con exposiciones de artesanías nahua y tlahuica, donde el maíz de muerto y las calaveritas de azúcar se convierten en protagonistas.
Estos eventos, que acumulan miles de interacciones en redes por sus fotos vibrantes de ofrendas y danzas, no solo llenan calles de turistas, sino que tejen una red de experiencias inmersivas: desde recorridos nocturnos por cementerios iluminados hasta talleres de elaboración de papel picado, todo bajo el manto de una herencia cultural que late con fuerza.
El impacto económico es innegable: la gastronomía local, con sus tamales de ceniza y pan de muerto relleno de crema, impulsa ventas en mercados y fondas, mientras el comercio de artesanías indígenas genera ingresos directos para comunidades como las de Xoxocotla o Coatetelco. Hoteles y posadas reportan ocupaciones por encima del 70%, y el transporte, desde camiones turísticos hasta Uber, ve un repunte que beneficia a cientos de familias.
En un estado donde el turismo representa un pilar contra la volatilidad, estas fiestas actúan como catalizador, inyectando vitalidad a un sector que, de enero a agosto, ya ha recibido 7.5 millones de visitantes y supera los 5 mil 800 millones de pesos en derrama acumulada.
Sin embargo, ¿está Morelos realmente listo, o la sombra de la inseguridad opaca este renacer? Casos recientes de violencia en Temixco y Xochitepec, que circulan en videos virales, generan dudas entre potenciales visitantes, recordándonos que el encanto cultural choca con realidades cotidianas. Aunque las autoridades prometen patrullajes reforzados y protocolos de seguridad en eventos, la percepción de riesgo podría mermar esa afluencia esperada. Es un llamado urgente: equilibrar la promoción con acciones concretas, para que el Día de Muertos no sea solo un salvavidas temporal, sino un puente hacia un turismo sostenible que proteja tanto a locales como a foráneos.
Para quienes planean sumarse a esta celebración, aquí van tips esenciales: reserva con antelación en Tepoztlán para no perderte el ascenso al cerro del Tepozteco al amanecer del 2 de noviembre; prueba la ruta de altares en Cuernavaca con guía local para apreciar el guiño indígena en cada ofrenda; y opta por transporte seguro como shuttles oficiales.
Finalmente, reflexionemos: en medio del bullicio turístico, ¿estamos honrando de verdad el legado de pueblos originarios, o solo lo mercantilizando? Morelos invita a una pausa: que el Día de Muertos nos recuerde que la verdadera riqueza está en las raíces compartidas, no solo en los bolsillos llenos. ¡Ven, pero ven con respeto!