Murió Rafa Bahena Cardoso, ícono de la fotografía periodística de Morelos
Por Luis Roberto Rodríguez*
La comunidad periodística de Morelos llora la partida de Rafael Bahena Cardoso, mejor conocido como “Rafita”, un foto periodista que dedicó su vida a capturar la esencia de los acontecimientos políticos, sociales y culturales de Morelos
Tomar una fotografía, el ángulo, la forma, el momento es una palabra es mi vida”, solía decir Bahena para describir su trabajo diario en los medios de comunicación. Su legado, forjado desde la juventud, deja una huella imborrable en el estado.
Nacido en el seno de una dinastía de fotógrafos encabezada por don Santiago Bahena Salgado, a quien cariñosamente llamaban “Santi”, Rafita inició su carrera en 1984. Proveniente de una familia morelense dedicada al oficio, fue hermano de Salvador Bahena y Fernando Bahena, y heredó no solo la profesión, sino un compromiso profundo con el lente como herramienta de verdad.
Desde sus inicios en el Diario de Morelos Bahena transitó por una multitud de medios estatales y nacionales: El Universal Morelos, El Regional y un sinfín de publicaciones que lo convirtieron en un fotografo de referencia en la prensa local.
Su trayectoria lo llevó a retratar a diversos presidentes de la República y gobernadores, pero su verdadero fuerte fueron los grandes conflictos sociales y policíacos de Morelos. Siempre en la primera línea, capturó momentos de tensión y humanidad que le valieron el reconocimiento unánime como uno de los mejores y más grandes periodistas del estado.
Rafita enfrentó desafíos que lo obligaron a evolucionar. Recordaba con frecuencia cómo, en sus primeros años, sus fotografías eran rechazadas y hasta “rompidas” por los exigentes estándares de los periódicos nacionales.
Esto lo impulsó a innovar, buscando nuevas formas de hacer fotografía. Su persistencia, capacidad de adaptación y ganas de vivir lo convirtieron en un puente entre los medios tradicionales y la era digital. Analizaba diariamente la fotografía periodística, convirtiendo su labor en una constante reflexión y mejora.
Conocí a Rafa a finales de los noventas, alegre y muchas veces gruñon pero con un olfato periodístico inigualable, y también inigualable era compartir las “pedas” pero siempre cuidando a los compañeros como lo hacía en el campo de batalla periodística.
Querido por todos los compañeros de los medios, Rafita no solo dejó un legado en imágenes, sino en valores: dedicación, resiliencia y amor por el oficio familiar. Morelos pierde a un gran periodista.
Descanse en paz, Rafael Bahena Cardoso.
ARTÍCULO TOMADO DE LA PÁGINA DE PULSO POLÍTICO DE MORELOS EN FACEBOOK
