CASI UN SIGLO DE QUE FUE INAUGURADO EL PARQUE “REVOLUCIÓN”

HUGO CALDERÓN Y MIKE CASTILLO EN “LA RAZA 95.7 FM”, MINNESOTA, EE. UU.
MIÉRCOLES 12 NOVIEMBRE 2025
BUENOS DÍAS
Como siempre, entramos a CADA MAÑANA con todo y chinelos, desde Jiutepec, en el Estado de Morelos, para saludar a nuestros amigos y paisanos, a través de La Madre de Todas, hoy que es miércoles 12 de noviembre del 2025.
Gracias Mike Castillo, por permitirnos nuevamente estar en contacto con nuestros paisanos de allá y de acá.
Este mes va corriendo de prisa. Casi vamos a la mitad, y ni se ha sentido. Ya viene el tan cacareado “Buen Fin”, y faltará menos para las posadas, que, aunque ya no son como “las de antes”, todavía se esperan con gusto.
Ya viene el Aniversario de la Revolución Mexicana, el 20. En esa fecha, también se entregan reconocimientos a los mejores deportistas de este 2025.
Con varios amigos, hace unos días, recordábamos que casi se cumple un siglo de que se inauguró el Parque Revolución, en 1933.
el parque “Revolución”, que todavía funciona, en el centro de Cuernavaca, en la esquina de Morelos y Abasolo.
El famoso “Revo”, como le llamamos muchos cuernavacos, se inauguró dentro del programa de festejos del llamado Acercamiento Nacional.
Al inicio de los años 30, eran tiempos difíciles para los morelenses, después de la etapa revolucionaria.
Los terrenos del ahora Parque Revolución, pertenecían a la huerta del Arzobispado de Cuernavaca.
Fue en 1927, cuando el entonces gobernador Ambrosio Puente, inició las gestiones para la construcción del Jardín Revolución.
Por aquellos días, en la década de los treinta, no existía la calle 20 de Noviembre.
Fue el general Plutarco Elías Calles, quien financió el inicio de las obras del “Revo”.
Calles vivía una cuadra hacia el sur, sobre la avenida Morelos. Ahora, lo que fuera su casa lo ocupa una tienda de autoservicio.
Don Plutarco, también fue uno de los fundadores del ahora uy decaído Partido Revolucionario Institucional, antes Partido Nacional Revolucionario.
Con los años, el Parque Revolución, se convirtió en cuna de deportistas destacados, sobre todo en basquetbol y voleibol.
Claro, el Revolución, además de las canchas para voli y basquet, tenía su alberca “casi olímpica”, pero fueron muy pocos los que alcanzaron renombre en esa disciplina.
En dicha alberca, de cantera, con agua casi helada, aprendimos a nadar muchos de los cuernavacos de antaño.
Uno de los atractivos del viejo “Revo”, lo fue desde sus inicios, el famoso “Maneken Pis”, réplica del que existe en Bruselas, Bélgica.
Aquí, desde siempre se le conoció como “El Mioncito”, o “El Niño Mión”, y se dice que el que ahora está en el “Revo” es una copia, porque el original “desapareció”.
En las viejas canchas del “Revo”, surgieron figuras destacadas en el deporte. La familia Aguirre Rebollo, es de gran tradición en el basquetbol.
En voleibol, los hermanos Gloria (seleccionada olímpica) y César Barrón, hicieron sus pininos en el “Revo”.
También, en la década de los años 70 del siglo pasado, surgió Remigio Olea, y años más tarde, Arturo “La Rana” Hernández, brillantes exponentes del voli.
En la Olimpiada de 1968, fue destacada la participación en el baloncesto nacional, de la famosa “Galleta”, María Rebollo.
Las hermanas Prisca y Tina Aguirre, fueron forjadoras de varias generaciones de basquetbolistas, tanto en la rama femenil como en la varonil.
Cómo no recordar también a don Álvaro Moctezuma, durante muchos años, presidente de a Asociación de Basquetbol de la entidad.
Para rematar y antes de despedirnos, vamos a decirles que en 1957, se construyó el Jardín de Niños “Resurgimiento”, en el interior del Revolución, y este plantel ha sido cuna de varias generaciones y hasta la fecha sigue en funciones.
Nos vamos a despedir con una de Leonardo Favio, que sonó mucho a fines de los años sesenta, que interpretaba Leonardo Favio, que no sabemos bien el título, algo de simplemente le regale una rosa, seguramente tú sí te saben bien el nombre…
Sí, así se llama “O quizá simplemente le regale una rosa”…
Buen fin de semana.
Hasta el próximo miércoles.
Gracias por escucharnos y por leernos.
