TRABAJO INFORMAL: GOBIERNO INEFICIENTE Y EMPRESARIOS LADRONES

PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Lunes 1 de diciembre de 2025
Entre los temas controversiales, que generan debate, y los escándalos, que dan pie a la indignación popular, todos acontecidos o dados a conocer, semana tras semana, desde inicios de año y hasta la fecha, hay asuntos que vamos dejando de lado o no ponemos tanta atención. Uno de ellos es el de los indicadores sobre el empleo, que publica mensualmente el INEGI.
Después de la inseguridad, el empleo es uno de los rubros de mayor preocupación social. Quise referirme a él en esta ocasión, porque el pasado viernes fueron publicados los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del mes de octubre y será el 24 de diciembre cuando se lleve a cabo la nueva entrega, fecha en la que estaremos mayormente ocupados en otras cuestiones.
Son diversas las variables y muchos los tecnicismos que se ocupan para evaluar la situación del empleo. Trataré de destacar una de las más relevantes, para no utilizar la palabra “alarmantes”, de la forma más sencilla que me sea posible.
El trabajo informal. Reviste preocupación porque se trata de un grupo considerado como vulnerable, pues no son reconocidos formalmente como trabajadores, carecen de seguridad social, prestaciones e, incluso, su ocupación apenas da para la subsistencia, ya bien en micronegocios o en ciertas ramas de la agricultura. Es una forma digna de ganar el sustento, claro, sólo que este grupo vulnerable suma 33.9 millones de personas, que representan el 55.7% del total de la población ocupada.
En otras palabras, resulta que es mayor la cantidad de personas que tienen trabajos informales que las que sí cuentan con las prestaciones de ley. Ya sea que nos fijemos en el porcentaje, casi 56%, o en la cantidad, cerca de 34 millones, hablamos de un país donde una enorme cantidad de personas viven o subsisten, trabajando en el mercado informal. Y eso, de ninguna manera puede ser considerado como un buen indicador, como una economía sana y justa. Por el contrario, si además tomamos en cuenta que este indicador es mayor al del año pasado, 54.1%, significa que las políticas del gobierno para llevar a la formalidad a la población trabajadora, simplemente, no han funcionado.
Por supuesto que no todo es responsabilidad del gobierno, aunque la más importante sí, es decir, que existan condiciones para la generación de empleos formales disponibles, en efecto, corresponde al gobierno. Pero también a los empleadores, los patrones, es a quienes toca la obligación de cumplir con las leyes laborales.
La excusa más usual entre los patrones es que el negocio no da lo suficiente para pagar sueldos dignos y prestaciones justas. Pero no nos hagamos, eso significa que tienen bajos niveles de productividad. Si no tienen recursos para cumplir con sus obligaciones, una de dos: sus negocios o empresas son un fracaso en materia de generación de empleo y productividad o son unos abusivos que se quedan con lo que deberían pagar a los trabajadores, y que toman para sí como si se tratara de utilidades bien habidas.
El binomio no puede ser peor: gobierno ineficiente junto con empresarios igual de ineficientes o, de plano, ladrones abusivos.
Y PARA INICIADOS:
Hay que poner mucho ojo a las compras de Morena y sus partidos aliados, porque ya lo hicieron en otras ocasiones. No son pocos los millones de pesos que han destinado a la compra de los libros de Andrés Manuel, para luego regalarlos. Cada quién tiene el derecho de comprar o no sus libros, pero lo que no es correcto, aunque sea legal, es que utilicen los recursos de nuestros impuestos para promoverlo.
La información es PODER!!!
