ESCENARIOS DE REALIDAD
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 5 de octubre de 2023
El artículo 41, inciso I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece la esencia de los partidos políticos en nuestro país: “Son entidades de interés público y la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas específicas de su intervención en los procesos electorales, así como los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden; tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política y, como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo”.
Más claro, ni el agua. Podríamos resumir dicha esencia en el servicio absoluto a los ciudadanos mexicanos. Sin embargo, tales preceptos constitucionales muchas veces son quebrantados por quienes se creen propietarios de tal o cual instituto político. En ningún lado nuestra Carta Magna señala la concesión de los partidos como patrimonio o cacicazgo de alguien. Por eso precisamente reciben prerrogativas provenientes de los contribuyentes.
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue fundado el 2 de octubre de 2011, siendo Andrés Manuel López Obrador su principal promotor, seguido de una pléyade de mujeres y hombres hoy adscritos a la denominada Cuarta Transformación o 4T. En su mayoría se trataba de personajes provenientes del antiguo PRI, como lo era López Obrador (fue presidente del tricolor en Tabasco), pero sobre todo del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Es importante hacer notar que la lucha del macuspano en 2006 y 2012 colocó a infinidad de sus seguidores en cargos relevantes de elección popular, pero también dentro de gobiernos locales emanados del partido del sol azteca, gracias a lo cual hubo quienes consiguieron labrar un patrimonio o hasta enriquecerse a costa del erario mediante el tráfico de influencias y los negocios al margen legal.
Así llegó 2018 y… otra vez la burra al trigo. Con mayor poder, los de la 4T han ocupado y ocupan infinidad de cargos públicos y espacios relevantes muy bien pagados, en las cámaras del Congreso federal, en el gobierno de la República, en los congresos locales y en miles de ayuntamientos. Ni duda cabe: Morena sustituyó al PRI y al PRD como una magnífica agencia de empleos.
Pero tal como el PRI dejó al garete importantes espacios de participación política mientras sus más distinguidos cuadros se dedicaban a saquear el erario, vacíos que en torno al caso de Morelos y a partir de 1993 Graco Ramírez y otros perredistas vinieron a llenar; se repitió la historia con quienes hoy son lo más encumbrado de Morena en nuestra entidad. Descuidaron a la base militante, no formaron nuevos cuadros a nivel municipal y distrital, desdeñaron a su Comité Ejecutivo Estatal y al Consejo Político, también estatal, y ahí están las consecuencias. Están pagando un alto costo.
Claudia Sheinbaum Pardo, al igual que Mario Delgado Carrillo, máximo jerarca morenista, ha señalado la necesidad de abrir el Movimiento de Regeneración Nacional a la sociedad en general. Su discurso destaca la importancia que revisten para el partido los liderazgos históricos, pero también los nuevos, los liderazgos emergentes, como el que definitivamente vino a demostrar Ulises Bravo Molina, pésele a quien le pese y quiérase o no aceptar.
Haiga sido como haiga sido (parafraseando al clásico), este personaje aparecido de manera disruptiva sobre la arena política morelense encabezó una de las dos tendencias dominantes en el Consejo Estatal de Morena. La otra es encabezada por el ex senador Rabindranath Salazar Solorio y el alcalde de Jojutla con licencia, Juan Ángel Flores Bustamante. Como era de esperarse, Bravo Molina logró en la plenaria reciente del Consejo, la elección de dos de sus cartas como candidatos a coordinar la defensa de la 4T en Morelos, me refiero a Sandra Anaya Villegas y Víctor Mercado Salgado. Las otras dos emanaron de la corriente de Rabindranath, siendo él mismo uno de los agraciados, al igual que Margarita González Saravia.
Sin embargo, según marca la convocatoria del Consejo Nacional de Morena para abrir el proceso electivo en Morelos, la Comisión de Elecciones tendrá facultades de nombrar a otros dos y/o hasta cuatro candidatos, rumbo a la encuesta de preferencias, la cual será aplicada a finales de octubre, el 30 para ser exactos. Imaginen ustedes los nervios y la desesperación de quienes se perciben fuera de la lista de convidados. Porque… muchos fueron los registrados en el proceso, pero muy pocos serán los admitidos.
Fueron 12 mujeres y 19 hombres los registrados; clara demostración de que abundan quienes aspiran a conseguir algo en la venidera Feria del Hueso. No se olvide que Morena está convertida en una gigantesca agencia de colocaciones. Empero, entre los 31 inscritos hubo de dulce, de chile y de manteca; quienes realmente son merecedores de ser tomados en cuenta y aquellos que evidentemente solo querrán una chamba allende los comicios del 2 de junio de 2024.
Para que se den ustedes una idea sobre lo antes escrito, he aquí la lista de tiradores.
Comienzo con las damas:
Sandra Anaya Villegas, actual titular de la Secretaría de Administración del gobierno estatal.
Ariadna Barrera Vázquez, diputada local.
Ana Laura Burgos Pantaleón, en su casa la conocen.
Brenda Espinoza López, inútil diputada federal.
María Lucia Etchegaray Lastra, en su casa la conocen.
Araceli García Garnica, quien durante un breve tiempo presidió el Comité Estatal de Morena.
Margarita González Saravia Calderón, ex directora de la Lotería Nacional y ex titular de la Secretaría de Turismo en Morelos.
Juanita Guerra Mena, inútil diputada federal.
María Elena Medina Vargas, en su casa la conocen.
Lucía Virginia Meza Guzmán, senadora por Morelos.
Tania Valentina Rodríguez Ruiz, diputada local del PT.
Edi Margarita Soriano Barrera, inútil diputada local.
Y ahora los caballeros:
Agustín Alonso Gutiérrez, desprestigiado cacique regional de Yautepec.
Jorge Arturo Argüelles Victorero, ex candidato a alcalde de Cuernavaca.
Rodrigo Luis Arredondo López, alcalde de Cuautla.
José Alfredo Herlindo Escalona Arias, en su casa lo conocen.
Juan Ángel Flores Bustamante, alcalde de Jojutla.
Diego Miguel Gómez Henríquez, ex funcionario del Ayuntamiento de Cuernavaca.
José Guadalupe Hernández Castro, en su casa lo conocen.
Fernando Martínez Cué, saltimbanqui de la política estatal.
Víctor Aureliano Mercado Salgado, coordinador de Asesores del Ejecutivo Estatal.
Arnulfo Montes Cuén, empresario.
Misraim Palma Gómez, en su casa lo conocen.
Sergio Pérez Flores, senador por Morelos.
Lucio Ramírez Brugada, empresario del ramo de la construcción.
Rafael Reyes Reyes, alcalde de Jiutepec.
Mario Rojas Alba, ex diputado federal por Morelos.
Rabindranath Salazar Solorio, ex senador y coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia de la República.
Juan Salgado Brito, coordinador de Enlace del IMSS con los estados.
Jorge Salgado Urióstegui, en su casa lo conocen.
Eduardo Santoyo Ramos, en su casa lo conocen.
En esta enorme lista aparecen quienes tienen méritos para participar, pero otras y otros definitivamente no. Son los típicos buscachambas que brincan de un lado a otro cada tres y seis años anhelando un hueso. Quieren migajas del enorme pastelote que representará Morena a partir del año próximo. Pero el escenario de realidad es muy diferente, según el nuevo estilo del multicitado instituto político para definir sus candidaturas. Se supone que los 31 registrados están incorporados en encuestas de reconocimiento pues, según ha dicho Mario Delgado, quizás haya quienes poseen rentabilidad electoral y no fueron electos en las plenarias recientes de los consejos estatales. La mera neta, yo no creo en tales ejercicios de identificación, pero sí en las decisiones cupulares a favor de los que demuestren trayectoria, capacidad y experiencia en la administración pública, así como en la vida parlamentaria.
Si yo tuviera que elegir a ocho prospectos, serían los siguientes:
Los ya electos por el Consejo Político Estatal de Morena, es decir Sandra Anaya, Margarita González, Víctor Mercado y Rabín Salazar. Agregaría a Lucy Meza, Juan Salgado Brito, Juan Ángel Flores Bustamante y Tania Valentina Rodríguez Ruiz.
No se hagan bolas. He dicho.