A PASOS ACELERADOS, REGRESA EL AUTORITARISMO
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 3 de septiembre de 2024
México no es el único país del mundo donde está restableciéndose el autoritarismo en forma acelerada. Al respecto he escrito numerosas columnas sin dejar de mencionar, obviamente, el estilo duro de gobernar de Andrés Manuel López Obrador, quien el 1 de octubre venidero entregará la estafeta presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo. ¿Existen rasgos de autoritarismo en AMLO? No cabe la menor duda. Sus formas de ejercer el poder lo asemejan a Luis Echeverría Álvarez, presidente de México en el sexenio 1970-1976. Allá y entonces prevalecía el más puro autoritarismo priista.
Antes de continuar quiero referirme de nuevo a la oclocracia, pues me parece que es el sistema de gobierno vigente en México a partir de la 4T obradorista. Y según puede deducirse de sucesos actuales, seguirá rigiendo a corto y mediano plazo. La etimología de oclocracia nos traslada al griego; es decir ochlos, muchedumbre, y kratos, poder. Literalmente, este concepto significa el poder de la muchedumbre, el gobierno que depende de la masa. Sin embargo, notamos que el término en sí mismo tiene un significado despectivo; se refiere a cuando la masa, la muchedumbre o el gentío, tiene el poder y ejerce su fuerza contra el resto… de manera irracional.
También nos remonta hasta Polibio (200 a. C.-118 a. C.), historiador griego que, entre otros grandes temas, explicó cómo pudo imponerse la hegemonía romana en la cuenca del Mediterráneo, mostrando la forma en que se desencadenan los sucesos políticos y militares acontecidos en todos los rincones de este ámbito geográfico. Con relación a nuestra columna de hoy, estableció su propio ciclo de gobierno llamándolo “anaciclosis”. Se trata de un planteamiento renovado en torno a la demagogia propuesta por Aristóteles como un gobierno degradado de la democracia.
Polibio destaca, pues, seis tipos de gobierno: la monarquía (sistema original) que degrada en tiranía; la aristocracia que degrada en oligarquía; y la democracia, cuyo sistema posterior no deseado es la oclocracia.
En concreto: la democracia deriva en oclocracia cuando el pueblo empieza a tomar decisiones de forma totalmente irracional y de forma violenta. Cualquier semejanza con el México actual no es coincidencia, sino parte de la nueva realidad nacional.
OCLOCRACIA Y/O AUTORITARISMO
A comienzos de junio de 2024 se difundió un estudio de la Corporación Latinobarómetro, titulado “La recesión democrática en América Latina”, concluido en 2023, pero con absoluta aplicación al momento actual de México y otros países de nuestro continente.
Ahí leemos que en América Latina avanza la tendencia al autoritarismo; la democracia se estanca y aumenta la indiferencia ciudadana por el tipo de régimen de los gobiernos. Lo importante es que quien gobierne resuelva los problemas de la gente. Y México es de los países en donde más ha avanzado este comportamiento.
El informe se fundamenta en entrevistas cara a cara con población representativa en los respectivos países. Entre 2020 y 2023, el apoyo a la democracia descendió ocho puntos porcentuales en México, al pasar de 43 al 35 por ciento.
Se encontró que en México hay un porcentaje mayoritario de personas que aceptan dar su voto a un gobierno que no respete las leyes, con tal de que resuelva sus problemas. Mientras en el promedio de países de América Latina esto creció del 44 al 54 por ciento entre 2020 y 2023, en México llegó al 56 por ciento. ¿Se va entendiendo por qué AMLO tiene altísimos niveles de aprobación, en las postrimerías del sexenio? ¿Se entiende qué causó la impresionante victoria de Morena y sus aliados en los comicios del 2 de junio pasado? Sumen ustedes el absoluto apoyo a las 20 iniciativas de reformas constitucionales propuestas por el presidente López Obrador, entre las cuales destaca la del Poder Judicial federal y los poderes judiciales estatales. ¿Es o no oclocracia?
Estamos hablando del apoyo social al gobierno donde un líder fuerte pueda tomar decisiones sin interferencia de tribunales, parlamentos o la Suprema Corte de Justicia. México es uno de los países donde se registró este incremento, que se mostró en otros como Kenia, India, Corea del Sur, Alemania y Polonia.
Este apoyo, según el perfil de los encuestados, proviene en gran medida de personas con menor educación e ingresos más bajos, pero también por personas con tendencia ideológica de derecha. ¿Más oclocracia?
La recesión hacia el autoritarismo se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos. La democracia en varios países se encuentra en estado crítico, mientras otros ya no tienen democracia.
Valen más los personalismos, que terminan opacando a los partidos políticos. Esta debilidad conduce a la atomización del sistema de partidos y se desploma su imagen y legitimidad.
Hay que observar detenidamente a México en un momento donde su presidente, Andrés Manuel López Obrador, modificará las leyes que rigen las elecciones para mejorar las opciones de su partido. Es una acción claramente autoritaria que cuenta con el apoyo de este tercio de la población.
México sufrió una pérdida de apoyo a la democracia entre 2020 y 2023 desde el 43 al 35 por ciento (ocho puntos porcentuales), a la vez que un aumento de la indiferencia al tipo de régimen de dos puntos porcentuales, alcanzando un 28 por ciento. En otras palabras, algo más de un tercio apoya la democracia (35 por ciento), cerca de otro tercio es indiferente por el tipo de régimen (28 por ciento) y el otro tercio apoya una opción autoritaria (33 por ciento). La democracia se ha deteriorado mucho desde 2020 en México, según la evolución negativa de estos indicadores. Es tierra fértil para autoritarismos y populismos.