¿A QUÉ LE TEME AMLO?
¡Gracias a Dios es viernes!
15 marzo 2024
Eduardo Ángel Cinta Flores
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En pasada conferencia mañanera el presidente volvió a demostrar que cuando una pregunta no le gusta, o que no está bien enterado del suceso o que no sabe qué responder, se sale por chicuelinas y eso le ocurrió al cuestionársele sobre la golpiza que les propinaron unos extorsionadores a choferes del servicio urbano de Acapulco.
En un video difundido en redes se aprecia cómo presuntos extorsionadores golpean a operadores del transporte público en Acapulco. El video evidenció la violencia que viven los transportistas del bello puerto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, a pregunta hecha por un reportero, negó que durante la reunión del gabinete de Seguridad hayan tocado el tema de los transportistas golpeados en Acapulco.
No obstante, de forma dubitativa, con lapsus linguae, AMLO acusó que en redes sociales intentan “magnificar” este tipo de hechos violentos contra transportistas y otros gremios que se han visto afectados por las extorsiones, cobro de piso y otras amenazas de las que son víctimas en Acapulco y que ya, según él, están investigando.
Esa es una más de sus chicuelinas y entrada al burladero tratando de evadir el toro que representaba el aceptar que los “abrazos, no balazos” no funcionan con el crimen organizado de cualquier especie y nivel.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su preocupación de que el bloque opositor realice un golpe de estado técnico en las elecciones. En un principio me sonó como una cortina de humo que tratara de ocultar el problema que sigue en ciernes, el de los estudiantes de Ayotzinapa o del novedoso golpeo a costeños chafiretes. Pero, ¿a qué se refiere el Macuspano?
En la enciclopedia no hay una definición específica para golpe de estado técnico, se puede hacer una interpretación. Un golpe de estado significa la destitución repentina y sustitución, por la fuerza u otros medios inconstitucionales, de quien ostenta el poder político en este caso de Andrés Manuel López Obrador, o el desmantelamiento de las instituciones constitucionales sin seguir el procedimiento establecido.
Existe el golpe de estado militar, que precisamente se refiere al uso de las fuerzas armadas para usurpar el poder. Ejemplos innumerables se tienen en Centro y Sudamérica, uno fue realizado en 2002 en contra de su admirado Hugo Chávez mediante una supuesta carta renuncia, acto fallido al ser repuesto dos días después.
También está el golpe institucional, en el que el Poder Legislativo invade las funciones de los otros poderes. La mayoría de los integrantes del Congreso Mexicano son pro López obradoristas y difícilmente sería la vertiente para tal atrevimiento.
Un golpe de estado técnico es más cercano al institucional, ya que se hace referencia a decisiones judiciales cuestionables y extralimitarse en sus facultades.
El presidente ha mostrado su inquietud de que en las elecciones se lleve a cabo un golpe de estado de ese tipo, en el que los partidos de oposición impugnen la elección ante el Tribunal Electoral y este conceda la demanda.
De esperar que el golpe bajo fuera la impugnación de la elección de Claudia Sheinbaum se daría si la diferencia es poca en el número de votos. Esto denota que no la están viendo clara, las cifras de sus encuestadores son más engañosas que las versiones de Epigmenio Ibarra.
Y contrario a lo que opina Mario Delgado respecto a que la falta de apoyo hacia la oposición y los buenos resultados que se contemplan, genera preocupación a la posibilidad de intento de golpe de Estado técnico en contra del gobierno de la Cuarta T al que califica como democráticamente electo. El temor que ya tienen, anticipa la duda en el triunfo democrático de la arrogante Claudia.
Por cierto, ella ayer ya reconoció la inseguridad existente en regiones de algunos estados y en los cambios en el gobierno de Guerrero se alcanza a ver la mano presidencial. Falta mucho, mucho para que la paz llegue al sureño estado. Las remociones no garantizan que la seguridad aflore mágicamente. Ha sido grande la lesión que se le ha dado a la ciudadanía guerrerense.
Amigos la semana tiene siete días y ¡gracias a Dios es viernes!