ADIÓS A LOS BUENOS DESEOS
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Lunes 06 de enero de 2025
Hoy culmina el periodo tradicional en México de los buenos deseos y del estrechamiento en la convivencia familiar y social. Próximos a restablecer la cotidianidad laboral y económica, los deberes y compromisos, las deudas y las necesidades regulares, recuperan su lugar central en el seno de los hogares, los comercios, las empresas, los gobiernos y hasta en las organizaciones sociales.
Para algunos, adormecidos durante el maratón Guadalupe-Reyes o tal vez solamente distraídos por propia decisión, las realidades se agolparán de frente. Las problemáticas no resueltas, diversas y profundas en muchos casos, deberán ser enfrentadas, sí o sí. Cada uno tendrá su manera de hacerlo, aunque por más evasión pretendida, nadie escapa a ser señalado por su responsabilidad, ya bien asumida o negada. El juicio de la historia siempre llega a su tiempo.
Ahora sí ya están por terminar los primeros cien días del nuevo gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo, los correspondientes a Margarita González Saravia en Morelos, y vamos para cuatro meses de las nuevas Legislaturas, las federales y la local. Ya se cuenta con tiempo y elementos suficientes para sus primeras evaluaciones, no obstante, sí es cierto, la luna de miel pueda continuar, quizá todo el 2025, y se haya solicitado, insistentemente, en esperar para ver los resultados poco a poco, sobre todo, en materia de seguridad.
Cada caso y sus respectivos retos son diferentes. Sheinbaum Pardo, se mantiene instalada en el discurso de la continuidad con el gobierno de su antecesor, procurando sostener la idea de haber heredado fortaleza económica nacional, finanzas públicas sanas y un proyecto de Nación, único en el mundo y exitoso internacionalmente. Pero la realidad y los datos oficiales la corrigen. Veamos un par de ejemplos de los muchos a mencionar en los próximos meses: Uno, ha buscado la forma de cubrir los faltantes de recursos para cumplir con los programas sociales, endureciendo la política fiscal y comprometiendo 1.2 billones de deuda adicional para este año. Dos, remodelar la estrategia de seguridad, sin reconocer el fracaso de la anterior, apurándose a presentar cualquier disminución coyuntural en los índices de criminalidad como si fueran un gran logro. En ambos temas, rebate y descalifica la evidencia y la crítica. ¿No que todo estaba muy bien?
Para la gobernadora de Morelos, González Saravia, la situación es muy diferente. Nadie esperaba continuidad con el gobierno local anterior. Todo lo contrario. Ya el hecho de trabajar diariamente y no sólo un par de días por semana, como lo hacía su antecesor, Cuauhtémoc Blanco Bravo, reconocer las deficiencias e irregularidades encontradas, instruir la presentación de las denuncias correspondientes y entablar un diálogo continuo con los diferentes sectores sociales, marcan diferencias sustantivas. Eso, la sociedad seguramente habrá de reconocerlo en las evaluaciones. Sin embargo, ahora tiene el reto de traducir su gestión de gobierno en mejores condiciones sociales en todos los sentidos y para todas y todos, con el cumplimiento de sus compromisos.
Por cuanto hace a las Legislaturas, las federales han cumplido con su papel de aprobar a marchas forzadas todo cuanto les ha sido ordenado, incluso con los errores y vacíos propios de las prisas y las ocurrencias, convertidas ya en mandato constitucional, pensadas mayormente para consolidar la estructura del gobierno hegemónico. Sus problemas son más bien internos y de partido, de lucha por el poder y el control de los recursos. Mientras, la Legislatura local va muy atrasada en la armonización de las leyes federales con las locales, si se la compara con las de otras entidades federativas. Diputadas y diputados locales han estado más en el reparto del pastel y en la defensa de sus intereses personales que en la labor propiamente legislativa. Por supuesto, habrá de evaluárseles también.
Y para iniciados:
Mal y de malas comenzaron buena parte de las administraciones municipales. No hay un solo ayuntamiento con nuevo presidente que no se queje del desfalco cometido por los que se fueron. Pero, el mal de muchos no debe convertirse en el consuelo de los tontos. Los presidentes municipales entrantes se ven muy mal llamándose a sorprendidos, como si no supieran el tipo de fichitas que son sus antecesores. Ya veremos en las próximas semanas si presentan denuncias o si sólo le están haciendo al cuento. Si no dejaron ni llaves en Jiutepec, si se gastaban medio millón de pesos mensuales de gasolina en Amacuzac, si atacaron a balazos la vivienda de la síndica de Temixco, si las empresas contratadas en Cuernavaca no cumplieron, por mencionar algunos casos, tiene todo ello responsables. ¿De verdad harán algo al respecto o será otra vez pura palabrería? Ya es seis de enero. Tiempo de decir adiós a los buenos deseos y exigir resultados.
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