AGUAS CON SAMUEL GARCÍA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 23 de noviembre de 2023
Luego de las elecciones intermedias del 7 de junio de 2015, cuando en Morelos se eligió a presidentes municipales, diputados locales y diputados federales, platiqué con mi amigo, el abogado Quintín Manrique Barenque quien, en torno al triunfo del ex seleccionado nacional Cuauhtémoc Blanco Bravo, a la sazón candidato a alcalde de Cuernavaca por el desaparecido Partido Social Demócrata (PSD), vaticinó lo siguiente señalando a un diario local en cuya portada aparecía una foto del “Cuauh” difundiendo su victoria. Me dijo: “Será gobernador en 2018”.
La mera verdad, como muchos otros cuernavacenses acostumbrados a ver en los procesos electorales a “políticos profesionales”, no tomé con seriedad el pronóstico de Manrique, que se cumplió a cabalidad en los comicios del 1 de julio de 2018, fecha histórica en la que Cuauhtémoc Blanco Bravo se levantó con la victoria siendo abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, en la cual también participaron Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde. En realidad, fueron los votos recibidos por el “Cuauh” a través de Morena, y no los otorgados al Partido Encuentro Social (PES), al que Blanco Bravo estaba afiliado, los que encumbraron al ex americanista en la titularidad del Poder Ejecutivo morelense.
En días recientes he visto crecer la figura de Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador “desaparecido” de Nuevo León hace apenas unas semanas y actual precandidato del Partido Movimiento Ciudadano (MC) a presidente de la República. Dicho personaje nació en Monterrey el 28 de diciembre (Día de los Inocentes) de 1987. Tiene 37 años cumplidos y es abogado de profesión por el Tecnológico de Monterrey. A su corta edad, Samuel García es el prototipo del hombre estudioso, pues posee estudios de maestría y tres doctorados. No es ningún improvisado en el mundo financiero, donde ha sido asesor, ni tampoco en la abogacía, pues ha formado parte de importantes despachos en Nuevo León. Es importante subrayar que fue senador de la República.
He escrito muchas columnas refiriéndome a los personajes y candidatos disruptivos, entendiendo a la disrupción como el proceso o modo de hacer las cosas a través de una rotura o interrupción brusca, misma que se impone y desbanca a las que teóricamente estaban empoderadas y significaban un paradigma. De la misma forma en que el “Cuauh” fue menospreciado en 2015 y 2018, Samuel García Sepúlveda fue visto con desdén cuando anunció que buscaría la gubernatura de NL por Movimiento Ciudadano. El 6 de junio de 2021 se levantó con la victoria y el 4 de octubre del mismo año tomó posesión como gobernador, cargo que desempeñó hasta el 20 de noviembre del año en curso para incorporarse a la contienda por la presidencia de la República.
Aquí quiero dirigir la atención al listado nacional de electores, actualmente integrado por 97 millones 493 mil 811 ciudadanos. De esa cantidad me interesa destacar al segmento de mexicanos cuyas edades fluctúan entre los 20 y los 34 años, y son aproximadamente 22 millones 359 mil 792 JÓVENES EN EDAD DE VOTAR. ¿Han visto a jovencitos de 18 años y más atentos a sus dispositivos móviles, principalmente los teléfonos celulares? Yo sí y se cuentan por miles y miles.
Aquí quería llegar, gentiles lectores.
De la misma manera en que Samuel García Sepúlveda era percibido en Nuevo León, previo a ganar la gubernatura, como un “fenómeno” mediático emanado de las redes sociales, en días recientes he observado la respuesta y el comportamiento de miles de jóvenes, donde se para, como si se tratara de un ídolo con sus fans. Es sumamente conocido al igual que su esposa Mariana Rodríguez.
EL OLIMPO MEDIÁTICO
Aquí deseo referirme al ensayo de Jordi Busquet Duran, doctor en sociología por la Universitat Ramón Llull (Barcelona, España), titulado “El fenómeno de los fans e ídolos mediáticos: evolución conceptual y génesis histórica”, cuyo link proporcionaré al final del presente artículo para ayudar a comprender todavía más la causa por la cual ciertos personajes disruptivos están rebasando a los políticos tradicionales en algunos procesos. Atentos: una candidata disruptiva en la escena política de Morelos es Jessica Guadalupe Ortega de la Cruz, hoy precandidata de Movimiento Ciudadano a gobernadora del estado.
Busquet Duran indica que en todas las épocas han existido seres carismáticos que, en virtud de sus dones y capacidades, destacan y son más visibles. Son motivo de emulación e imitación por parte de otros individuos y especialmente por parte de los jóvenes y adolescentes que, al vivir un periodo crítico de transición, buscan referentes personales.
Los mitos y los héroes son creaciones humanas que encarnan las respuestas al afán de hallar sentido a su existencia. “Cada pueblo representa de cierta manera –que varía con el tiempo– a sus héroes históricos o legendarios y esas representaciones son conceptuales” (Durkheim, 1982: 649).
Agrega Busquet Duran:
En las sociedades democráticas modernas, todo el mundo puede aspirar en un momento de su vida a ser un personaje popular o una celebridad. Todos tienen el derecho a soñar que disponen de sus minutos de gloria. Ahora bien, a pesar de que sean muchos los que se sienten llamados a ser “importantes”, muy pocos son los escogidos para entrar a formar parte del “Olimpo mediático”. La fama ya no es una característica exclusiva de los miembros de las élites dirigentes. Todos tienen una dignidad propia. Como señala Margarita Rivière (2009ª: 73), “la fama es algo consubstancial con todos y cada uno de los individuos, una especie de indumentaria vital y que nos caracteriza ante los ojos de los demás”.
El doctor en sociología para entonces analiza la fama, la cual permite distinguir a ciertos individuos como relevantes entre aquellos que se les parecen.
La fama es, por lo tanto, un elemento comunicativo básico, una “tarjeta de presentación” y un factor definitorio de lo que representa una persona para los demás.
Poco a poco el autor nos ayuda a comprender por qué Samuel García Sepúlveda y su esposa Mariana Rodríguez son aclamados por infinidad de jóvenes en los sitios donde hacen proselitismo. Explica tres tipos de fama presentes en la sociedad mediática.
En primer lugar, las personalidades que destacan son las que ocupan cargos de responsabilidad relevantes y configuran una élite del poder. Se trata de una categoría de personajes cuyos comportamientos y decisiones influyen o pueden influir decisivamente en la vida de la comunidad. Curiosamente, muchos de estos personajes influyentes en el ámbito de la economía o la política tienden a alejarse de la primera línea de la vida pública y ceden el protagonismo a una nueva “élite del éxito social”.
En segundo lugar, hay una serie de personajes notorios que destacan en los campos del arte, la ciencia, el deporte (verbigracia el “Cuauh”) y el espectáculo que, a pesar de no tener ningún poder real, sí consiguen un protagonismo mediático creciente y pueden convertirse en modelos de referencia para una parte de la ciudadanía.
Este es el caso de Samuel García.
Se trata, como señala Francesco Alberoni, de la élite sin poder (1963):
“En una sociedad de tipo industrial, junto al poder efectivo de las élites religiosas, políticas, económicas, se ha ido perfilando la función de una élite irresponsable, compuesta por personas cuyo poder institucional es nulo, y que por tanto no están llamadas a responder de su conducta ante la comunidad, y cuya postura sin embargo se propone como modelo influyendo en el comportamiento” (Umberto Eco, 1988: 332). Esto también aplica al caso de Samuel García y Mariana Rodríguez.
Finalmente, en la sociedad contemporánea aparece, al lado de la fama de los personajes notorios ya mencionados, otro tipo de reputación asociada a las personas “normales” o relativamente normales que son (re)conocidas simplemente por su presencia más o menos continuada en los medios de comunicación. Es lo que podríamos llamar la “fama igualitaria” que expresa un tipo de reconocimiento que tiene muy poco que ver con la idea clásica de la excelencia, basada en el talento y el mérito. Cualquier individuo, sea de la condición que fuese, puede volverse famoso sin haber hecho, necesariamente, nada extraordinario.
LA INTERNET
Es cierto que Internet comienza a tener una cierta relevancia en la creación de celebridades dado que algunas personas “anónimas” consiguen a través de su participación en ciertas páginas –blogs personales, etc.– llamar la atención de una parte de la ciudadanía. La Web-celebrity puede entenderse como una persona famosa principalmente por crear o aparecer en contenidos divulgados a través de Internet, así como por ser reconocido ampliamente por la audiencia de la Web (Pérez; Gómez: 2009). Ahora bien, la consagración de las estrellas del ciberespacio o Web-celebrities llega, sobre todo, en el momento que trascienden el mundo de Internet y son reconocidas por la televisión u otros medios tradicionales, ya que alcanzan a un público mucho mayor.
Hasta aquí las porciones que he sacado del ensayo de Jordi Busquet Duran.
Al leer todo su espléndido trabajo me hizo estar más receptivo sobre la cantidad de horas que mi hija pasa viendo sus dispositivos móviles, principiando con el teléfono celular. Menuda sorpresa me llevé cuando mi hija, de 20 años de edad, me dijo conocer desde hace varios años a Samuel García y a Mariana Rodríguez, quienes le simpatizan sobremanera. Aquello de los tenis “fosfo-fosfo” no es ya simplemente un truco de influencer, sino un componente mediático que la multicitada pareja ya puso en práctica. Derivado de lo anterior se explica por qué los mensajes de Samuel García, en Instagram y Tik Tok tienen MILLONES DE VISTAS, rebasando de manera exponencial las de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Este tema no se puede agotar con un entrego periodístico, pues tan solo el ensayo del doctor en sociología Jorge Busquet aporta muchísimos elementos más para comprender los nuevos fenómenos mediáticos en diferentes etapas. Atención: será muy importante, durante las campañas preelectorales constitucionales, analizar la propaganda de Sheinbaum, Gálvez y Samuel García destinada a movilizar a la juventud mexicana. Habremos de ver los contenidos. Mientras eso llega, Samuel le atinó al marcar distancia de los políticos “profesionales” o tradicionales.
Link con el ensayo completo del doctor Jordi Busquet Duran
https://www.injuve.es/sites/default/files/Revista96_1.pdf