ALCALDES AMENAZADOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 2 de octubre de 2023
El titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), José Antonio Ortiz Guarneros, declaró este fin de semana que siete presidentes municipales han sido amenazados de muerte, por lo cual se les ha otorgado protección especial del gobierno morelense. Agregó que los ediles tienen seguridad privada, pero también escoltas adscritos a la CES, asignados a ellos tras haber presentado las denuncias respectivas ante la Fiscalía General de Morelos (FGM). Desde luego, el vicealmirante no proporcionó los nombres de los alcaldes, pero sí indicó que en su mayoría residen en las zonas sur y oriente.
Ayer conversé con un amigo mío, abogado postulante en materia penal, quien, entre otras cosas, analizó las principales vulnerabilidades que enfrentará la presidenta de la República, porque seguramente será mujer la relevo de Andrés Manuel López Obrador, y cuya toma de posesión se llevará a cabo el 1 de octubre de 2024. Y las mismas circunstancias recibirán a la gobernadora o gobernador de Morelos, cuyo ascenso a la titularidad del Poder Ejecutivo estatal también será el 1 de octubre del año próximo.
Tales vulnerabilidades son: el creciente deterioro de la figura presidencial y/o gubernamental; el agravamiento de la pobreza y la injusta distribución del ingreso; y el descontrol de la violencia. Sobre esto último, abundó pronosticando un ambiente indeseable sobre ciertas regiones de la República Mexicana, donde el crimen organizado sometió a las autoridades en turno, sean federales, estatales o municipales, hasta el grado de exhibir el estado fallido. Tocante al proceso electoral a desarrollarse el 2 de junio de 2024, el penalista no descartó el involucramiento de grupos criminales mediante financiamiento de campañas con dinero de dudosa procedencia, con el fin de sacar raja en determinados municipios. Porque es ahí, en la presunta célula básica del sistema político mexicano, donde el crimen organizado y hasta delincuentes comunes sentaron sus reales.
Aquí tiene concordancia lo informado por José Antonio Ortiz Guarneros respecto a las presiones y hasta extorsiones de que han sido objeto siete presidentes municipales de las zonas sur y oriente, escenario que nos recuerda las difíciles circunstancias de varios alcaldes de la zona poniente, otrora sometidos por células delictivas. Hubo un caso difundido a nivel nacional, donde un edil estuvo a punto de ser asesinado mientras uno de los sicarios lo grababa con su teléfono. Solo la habilidad del funcionario lo salvó.
En esta parte de la presente columna deseo explicar la evolución del árbol del bambú, desde que comienza a enraizar, hasta alcanzar su altura máxima, con el objetivo de establecer una analogía con la expansión de la criminalidad en todas sus vertientes. El bambú tarda entre cuatro y seis meses en llegar a elevaciones de 40 metros o más. Sin embargo, para mí es importante la propagación de sus raíces, la cual se realiza de manera invasiva durante un periodo de ocho años. Hasta que las plantas brotan se nota su presencia, pero en la etapa previa fueron precedidas por impresionantes sucesos naturales ligados a su sólido origen.
El desarrollo del bambú me permite relacionarlo con las diferentes etapas de la delincuencia organizada, la cual, para el caso morelense, empezó a echar raíces en la década de los años setenta, siendo actualmente notoria e implacable debido a sus características invasivas. Es un cáncer que tiene precedentes. Aunada a la impunidad, no surgió de la noche a la mañana. Tuvo un prolongado periodo de gestación hasta convertirse en el cáncer social que amenaza a cualquier gobierno. Lo peor que pudiera ocurrir es el advenimiento del descontrol de la violencia y la ingobernabilidad.