ALERTA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 29 de julio de 2024
El vocero de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, José Martínez Cruz, se refirió el miércoles de la semana pasada (según su punto de vista) al incumplimiento de la Alerta de Violencia de Género (AVG) en nuestra entidad, frente a la reciente escalada de violencia en contra de las mujeres y la incidencia de feminicidios. Consideró que, si se aplicaran todas las medidas de la AVG, el panorama sería distinto en Morelos.
Respecto a la Alerta de Violencia de Género he escrito que, dentro de la coyuntura política representada por los feminicidios, siempre surgen quienes se pronuncian a favor de aplicar tal medida en los estados donde el flagelo se presenta con demasiada frecuencia, aunque muchas veces lo hacen de manera oportunista, sin saber siquiera en qué consiste. Los feminicidios, por lamentables que sean, se tornaron en un ingrediente para aderezar el discurso político.
La AVG se instauró en algunos municipios morelenses el 10 de agosto de 2015. La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia indica en su artículo 22 que la alerta de género es el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad. El estricto cumplimiento de la AVG es complicado porque involucra a un amplio número de instituciones, la mayoría sin disponibilidad de recursos para prevenir la violencia feminicida. De entrada, la fiscalía especializada en la materia, adscrita a la Fiscalía General de Morelos, padece la falta de agentes investigadores y la insuficiencia de recursos humanos, materiales y financieros. Los feminicidios pasan a engrosar la gigantesca montaña de impunidad en torno a los homicidios calificados o dolosos (como usted guste llamarlos).
El 10 de agosto de 2015 la Secretaría de Gobernación hizo la declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) en ocho municipios morelenses: Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec. Sin embargo, los magros resultados nunca han convencido a nadie. Y es que no existe un programa ciento por ciento exitoso de prevención y disuasión de estos delitos, como tampoco los hay en casi la totalidad de la incidencia delictiva. Es un asunto de nunca acabar.